La historia de Nellie Bly, que fingió estar loca para contar la verdad

Existe un fuerte vínculo entre la delicada historia de la locura y la igualmente delicada historia de las mujeres. 

Durante mucho tiempo, los llamados “locos” fueron marginados, completamente despojados de su humanidad, y encerrados en asilos donde nadie podía verlos. A su vez, las mujeres eran consideradas inferiores, socialmente poco útiles (salvo para la procreación), y se encontraban encerradas en casa considerando que este era su “lugar natural”. Y, en cuanto una mujer intentaba salir de esas cuatro paredes, apropiándose de su derecho a ser autónoma y tener valor a nivel social, esa mujer enseguida era una loca, bruja, histérica. Si miramos con atención, la historia de la locura es predominantemente femenina porque lo loco es a menudo lo que no se puede entender, lo que se presenta como ilógico, todo lo que no se puede controlar y, por lo tanto, resulta aterrador.

Sabemos que tanto el tema de la salud mental como el de la mujer se vieron afectados, especialmente desde la década de 1950, por un lento e importante proceso de emancipación. Pero este proceso nunca podría haber ocurrido sin la intervención directa de algunos personajes que han luchado por favorecer las condiciones para que se produjese dicho cambio. Y, cuando hablamos de la historia de la locura y la historia de las mujeres, no podemos evitar pensar en esta mujer: Nellie Bly.

Nellie Bly fue una periodista de investigación, escritora, reportera, corresponsal de guerra, pionera del periodismo encubierto, empresaria y la primera mujer en dar la vuelta al mundo sin tutela masculina. Si habéis visto American Horror Story: Asylum y recordáis al maravilloso personaje de Lana Winters (Sarah Paulson), tenéis un punto de partida para imaginarios a Nellie, pues su creación estuvo inspirada en la estancia de esta reportera en un psiquiátrico.

Elizabeth Jane Cochran nace el 5 de mayo de 1864 en Cochran’s Mills, Pennsylvania, en el seno de familia humilde, su padre es peón y su madre es ama de casa. Desde jovencita, tiene fuerte sentido de la justicia, y demuestra un inusual carácter. Es una muchacha del XIX que no siente temor a combatir activamente aquello que considera injusto. Por eso al leer un artículo sexista publicado por el diario Pittsburgh Dispatch, Nellie bajo el pseudónimo “Solitaria Huérfana”, les responde por carta poniéndoles los puntos sobre las íes. Sorprendentemente, el editor del periódico, muy lejos de ofenderse e impresionado con su prosa, la invita a unirse al diario como reportera. En la redacción la apodan ‘Pink’, en honor a la canción de cantautor local Stephen Foster, cuyos temas populares como ‘Oh Susanna’ siendo conocidos 150 años después de su composición.

Para el Pittsburgh Dispatch, Bly empieza a escribir algunos artículos de investigación pero pronto es relegada a la sección para mujeres. Con la experiencia suficiente, se traslada a Nueva York en busca de nuevas y más lucrativas oportunidades. Entra a trabajar en el periódico sensacionalista The New York World, del famoso Joseph Pulitzer, quien le asigna el reportaje “Diez días en un manicomio“, para el que tendrá que prepararse el papel de su vida: tendrá que hacerse pasar por demente para internarse en el psiquiátrico de Blackwell’s Island (ahora Roosevelt Island). A través del reportaje de infiltración que realizará durante su estancia, se denuncian públicamente los abusos de la administración sobre los pacientes del psiquiátrico, que Nellie describe como “una trampa para ratas”. El escándalo provocado por la pieza periodística obliga a las autoridades sanitarias de Nueva York a tomar medidas sobre el trato a los enfermos mentales, abriendo una investigación oficial al manicomio y haciendo acopio de presupuesto para mejorar la asistencia a los pacientes.

Como relata la propia periodista, al inicio del primer capitulo de su reportaje:

Creía que tenía el coraje de someterme a las penurias que la misión demandaria de mi? Podía asumir las características de la locura hasta un extremo que pudiera engañar a los doctores, vivir durante una semana entre pacientes psiquiátricos sin que las autoridades se percatasen de que no era más que una farsante entre ellos tomando notas? Dije que creía que podía. Tenía fe en mis capacidades como actriz y pensé que podía asumir la locura el tiempo suficiente para cumplir con la misión que se me había confiado. ¿Podía pasar una semana en el pabellón de los locos de la Isla de Blackwell? Dije que podría y que lo haría. Y lo hice.

Su visión feminista del mundo,  la perspectiva única que Nellie proporciona a sus artículos, y el sesgo sensacionalista que caracteriza a la prensa dominada por Pulitzer, la convierten en una estrella mediática y facilitan que sea pionera de una serie de proyectos periodísticos hasta el momento reservados a los hombres. En homenaje a La vuelta al mundo en ochenta días (de Julio Verne), el periódico que le ha granjeado el éxito, la invita a realizar un viaje de 24.889 millas, alrededor del globo, y parte en ruta el 14 de noviembre de 1889. A su paso por Francia, Bly coincide con el famoso literato, quien le asegura ‘Señorita, si es usted capaz de hacerlo en 79 días, yo la felicitaré públicamente‘, dice Verne. En vapor, en barco y tren, Bly establece un nuevo récord mundial al dar la vuelta al mundo en solo 72 días, seis horas 11 minutos y algunos segundos. Su épico viaje concluye el 25 de enero de 1890. La prensa se hace eco de su aventura con titulares como “Ella ha batido todos los récords” y “Hasta el record de la imaginación palidece ante su hazaña”, y Verne efectivamente, la felicita.

Bly ha sido la primera mujer en navegar el mundo sola, sin la protección masculina, cosa que resulta tremendamente inspiradora para otras mujeres. En 1895, la periodista contrae matrimonio con un empresario millonario y hay un breve parón en su carrera. A la muerte de este, Nellie se hace cargo de las empresas de su marido, realizando reformas sanitarias en ellas, modificando horarios y aumentando los salarios, lo que aumenta más si cabe su popularidad. Termina arruinada, pero eso la lleva a retomar su actividad periodística en el Evening Journal, para quien ejerce como reportera desde el Frente Este durante la Primera Guerra Mundial, convirtiéndose así en pionera de las mujeres corresponsales de guerra. Su activismo continúa y será ella también la enviada a reportar la convención de 1913 a favor del sufragio femenino.

Nellie ha inspirado ficciones, personajes cinematográficos, series de televisión, obras teatrales, doodles, premios literarios y hasta juegos de mesa. En 1998 es reconocida en la National Women’s Hall of Fame. Pero no solo el arrojo y la valentía que demuestra Bly al emprender retos hasta entonces vetados a las mujeres, sino la solidez de las convicciones que la mueven a hacerlo y la honestidad desgarradora que denotan sus palabras, son los motivos por las que esta figura periodística ha sobrevivido y sigue inspirado a nuevas generaciones después de un siglo y medio.

Fuente: Freeda.es

Por Helena G