En el contexto de los excesos gastronómicos que casi siempre acompañan a las vacaciones o feriados, «existe el riesgo de consumir casi el doble de calorías en una sola semana, lo que puede contribuir a un aumento del peso corporal de entre 1 y 2 kilos», según el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
Seguir una dieta depurativa, no consiste en beber solo líquidos durante varios días o seguir una dieta ‘detox’ publicada en revistas o promocionada por una ‘celebrity’, opciones que pueden producir un desequilibrio metabólico aún mayor, sino en mantener una alimentación saludable, que proteja nuestro cuerpo y le permita recuperar su equilibrio y vitalidad, puntualiza.
Para que esta dieta sea más llevadera y eficaz, y reducir las posibilidades de abandonarla antes de tiempo, es preferible evitar que sea demasiado restrictiva, pasando de comer en exceso a “no comer casi nada”, siendo preferible enfocarse en la calidad de lo que comemos y bebemos, señala esta experta.
Para comenzar una dieta depurativa, la dietista-nutricionista clínica Sonia Peinado recomienda efectuar una correcta elección de los alimentos, prefiriendo aquellos que contengan no tengan grasas, azúcares, alcohol y sodio; sean ricos en vitaminas, minerales y proteínas no grasas; y que contengan abundante fibra y agua.
También es importante consumir los alimentos con moderación, sin comer demasiada cantidad de ninguno en particular aunque sea muy saludable, así como efectuar entre 4 y 6 comidas diarias, sin saltarse ninguna, comenzando por el desayuno, para conseguir que nuestro metabolismo se mantenga activado desde que comenzamos el día, según Peinado.
Basándose en las anteriores premisas, las nutricionistas de IMEO Carmen Escalada y Sonia Peinado, recomiendan incluir los siguientes alimentos y bebidas en una dieta para depurar el organismo tras la Semana Santa:
1.- Frutas y verduras. Para preservar la mayor cantidad posible de nutrientes, fibra y agua de estos alimentos, es preferible consumir las frutas crudas, y cocinar las verduras al vapor.
2.- Aguas, líquidos y zumos. Para depurar el organismo y ayudar a que se diluyan y eliminen las toxinas que ha acumulado es recomendable beber entre dos y tres litros diarios de agua y zumos naturales sin azúcares añadidos y líquidos diversos, evitando los refrescos, gaseosas y bebidas alcohólicas.
3.- Lácteos desnatados. Hay que dar prioridad al yogur y la leche, así como a los quesos frescos, ya que contienen menos grasas y sodio y más agua, que los quesos curados.
4.- Cereales integrales. Estos alimentos aportan fibra y nutrientes, producen una mayor sensación de saciedad, y además contribuyen a “limpiar” los intestinos.
5.- Carnes bajas en grasas y colesterol. Durante el periodo depurativo es recomendable consumir pechuga de pollo o de pavo sin piel y cocinadas a la plancha, así como pescados blancos, dejando las carnes rojas y los pescados azules (alimentos más grasos) para un consumo esporádico.
6.- Hierbas y especias. Son recomendables para condimentar los alimentos y conseguir que estén más sabrosos, sin utilizar tanta sal.
7.- Alimentos aliados del hígado. Los vegetales en general y las verduras de hoja verde (espinacas, acelgas) en particular son muy interesantes en una dieta tras la Semana Santa; el berro; el brócoli; los cítricos; el ajo; el té verde; las nueces; el pan integral de 8 cereales; el aguacate y el aceite de oliva, ayudan a la función depurativa de nuestro hígado, el órgano encargado de eliminar la mayoría de las toxinas del cuerpo, concluyen.
Nota de Pablo Gutman – EFE Salud