Por Javier Picazo Feliu
Clara de Frutos recupera, en su última novela gráfica ‘Vanguardia es una mujer’, la vida y experiencias de las ‘Sinsombrero’, un grupo de artistas e intelectuales que lucharon por romper estereotipos sociales y reivindicar su arte y que, una vez más, tuvieron mucha menos presencia historiográfica que sus compañeros masculinos de la Generación del 27.
“Es muy inspirador. Cuenta la vida de esas mujeres que empezaron a quitarse el sombrero en un gesto de rebeldía para demostrar que no necesitaban cumplir todas las normas sociales y estéticas que no les permitían ser y hacer lo que querían”, destaca en una entrevista con EFE la autora de la obra que ahora llega a las librerías.
El cómic cuenta la historia de una generación extraordinaria de mujeres transgresoras a través de la mirada de la poeta Concha Méndez. “Fue una de las que más estuvo metida en esos círculos sociales. Quiere viajar, conocer el mundo. Conecté muchísimo con su poesía, noté esa conexión personal. Todas son increíbles, pero ella es la que mejor me cae”, afirma entre risas la autora.
Concha Méndez (Madrid 1898- Ciudad de México,1986) destacada escritora, poeta y dramaturga, se erigió como una de las más activas de su generación gracias a la relación personal y profesional que mantuvo con personalidades como Luis Buñuel (que fue su pareja), Maruja Mallo, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre (con el que se casó) o Federico García Lorca.
Un grupo de mujeres cuya obra quedó ensombrecida u ocultada por la de sus compañeros, los hombres de su generación, de los que tampoco recibieron apoyo o alusiones, quedando prácticamente silenciadas.
A Concha siempre le marcó el día en el que un amigo de su padre les preguntó a ella y a sus hermanos qué querían ser de mayores. Ella respondió “Capitán de barco. Y recorrer el mundo” y él le contestó: “¡Tú te callas!, las niñas no son nada”. Una frase que incendió su joven corazón y le hizo prometer que lograría todo lo que se propusiera.
Este y otros detalles son parte de las memorias de la escritora -emigrada a México durante la guerra civil española (1936-1939)- en sus conversaciones con su nieta, material que ha servido a la autora para desgranar una historia “llena de luces y sombras” pero en la que ha querido centrarse “en la parte alegre y luminosa” de sus vidas.
A Concha le acompañaron en su lucha otras ‘Sinsombrero’ como Remedios Varo, María Teresa León o María Zambrano, que van cobrando protagonismo en el relato gracias a un guión dinámico, fácil de leer y con un trabajo de documentación encomiable, resultado de cerca de siete años de trabajo.
“Fue un momento histórico muy importante. Muy efervescente en general, pero no quería dar esa perspectiva histórica sino escribirlo desde esa complicidad nieta-abuela de la que nace, para poder dar el punto de vista más humano posible. Hacerlo más ligero y ameno”, asegura.
La autora, con amplia experiencia en la ilustración y la animación en películas como la galardonada ‘Wolfwalkers’ (2020) o ‘My Father´s Dragon’ (2022), utiliza en las 144 páginas de ‘Vanguardia es una mujer’ (Norma Editorial) un dibujo colorido, lleno de detalle y preciosista, fruto del uso de herramientas de su zona de confort como son las acuarelas y los lápices.
De cara a la presentación del cómic, que publica tras ser galardonada con la beca de creación ‘El Arte de Volar’, la autora tiene claro que esta historia tiene que servir de inspiración para eliminar las desigualdades.
“Poco a poco todo va cambiando, pero falta mucho por hacer. Hace dos años a nadie le importaba el fútbol femenino y ahora de repente sí, por ejemplo. La narrativa que nos han vendido es ‘vosotras no podéis hacer ciertas cosas’, que es algo que tenemos que cambiar”, afirma.
Para Clara la vida de las ‘Sinsombrero’ puede servir de catalizador: “En un contexto en el que apenas tenían referentes, ellas decidieron abrirse paso. Si ellas pudieron, nosotras también,¿no?”, concluye.
Fuente EFE (efeminista.com)
Portada de la novela gráfica ‘Vanguardia es una mujer’ de Clara de Frutos. Foto: Norma Editorial