El 91% de las personas considera «indistinto» tener un jefe varón o mujer en la Argentina, donde el mercado laboral está conformado por un 74% de jefes varones y 26% mujeres, de acuerdo a un relevamiento privado. Sobre 8.600 personas encuestadas, el 91% aseguró que tener un jefe varón o mujer es indistinto, mientras que 6% dijo que preferiría tener un jefe hombre y 3% una mujer, según la consultora de recursos humanos Randstad.
Mas allá de la mayoritaria respuesta, según la consultora, el escenario real del mercado laboral argentino está conformado por un 74% de jefes hombres frente a un 26% de jefas mujeres, lo que «pone en evidencia la enorme brecha de género que hace palpable la persistencia del ‘techo de cristal’»,
«Estos datos muestran que si bien hemos dado importantes pasos para achicar la brecha de género en el ámbito laboral, tenemos aún indicadores que nos dicen que se necesitan mayores esfuerzos y, principalmente, acelerar sustancialmente el ritmo de cambio para llegar a la equidad», señaló la Ceo de Randstad para Argentina, Andrea Áviula. Para la ejecutiva, «esta situación de barajar y dar de nuevo que generó la pandemia será la oportunidad de dar el salto exponencial que necesita la sociedad para que realmente hombres y mujeres están en pie de igualdad».
La política de género avanza en las empresas argentinas, especialmente con la aprobación de protocolos de violencia de género que establecen pautas de comportamiento, capacitaciones y las formas más adecuadas de responder a la demanda de la víctima sin revictimizarla. YPF, Newsan y Farmacity presentaron esta semana a sus trabajadores los respectivos protocolos de violencia de género.
Otro dato relevante del informe es que el 84% de las personas consultadas se pronunció a favor de tener un jerárquico de mayor edad, mientras que el 1% dijo que preferiría tener jefes menores que ellas y el 15% optó por preferir jefes de la misma edad o mayor.
En el ámbito laboral se forman vínculos que «traspasan el mundo real y se instalan con naturalidad en el universo de las redes sociales», donde 8 de cada 10 trabajadores acepta a sus colegas pero «elige mantener una mayor distancia con los jefes».
Según los datos, el 76% de los argentinos tiene a sus colegas de trabajo entre sus contactos en redes sociales, mientras que sólo el 29% comparte redes personales con su superior directo, aunque el ingreso de los millennials y centennials al mundo del trabajo desdibujó en gran medida la separación convencional entre el trabajo y el ámbito personal que construyeron las generaciones precedentes.
Según Randstad, el 72% de los trabajadores argentinos evalúa positivamente a sus jefes en relación a la experiencia de acompañamiento y contención durante la pandemia; 45% la calificó como satisfactoria y 27% como muy satisfactoria.
Otro estudio, el realizado por la consultora D’Alessio e Irol, también difundido esta semana, advirtió que sólo el 30% de los trabajadores argentinos sintió que las empresas respondieron a las contingencias que acarreó el teletrabajo: desde la disponibilidad de una plataforma para trabajar y comunicarse con los equipos de trabajo (17%) hasta la instalación de software de seguridad (7%). Mientras que «el 70% de los encuestados consideró que las empresas no puso nada a disposición de los trabajadores para afrontar esta coyuntura».
La vicepresidente de esta consultora, Nora D’Alessio, subrayó que «los trabajadores adultos de entre 45 y 55 años, así como el sector medio bajo, fueron los que menos apoyo sintieron de parte de sus empleadores».