Mientras Rusia y Estados Unidos hablan sobre el destino de Ucrania que ha podido sostenerse en la guerra con ayuda de la OTAN, (ahora Trump retira a su país de tal ayuda), varios líderes europeos han quedado descolocados y fuera de juego en el marco de una posible tregua. Sin embargo, hay personajes que aún alientan la guerra. En una reciente entrevista, el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, hizo hincapié en la necesidad de que Ucrania se militarice «hasta los dientes» como estrategia clave para disuadir a Rusia.
Así lo declaró tras una reunión con el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, en Helsinki, justo un día después de que el mandatario estadounidense, Donald Trump, mantuviera una conversación telefónica de más de dos horas con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Pero Europa está dividida pues mientras tanto, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, tuvo que recortar drásticamente su ambicioso plan de asistencia financiera a Ucrania, que contemplaba el envío de 40.000 millones de euros, hasta los 5.000 millones, luego de que no fuera respaldado este lunes por Italia, Francia, España y Portugal. Esto equivaldría al suministro de munición de gran calibre que Kiev necesita con urgencia.
Putin ha reiterado que el deseo de Kiev de unirse a la OTAN fue uno de los factores clave que llevaron a la operación militar especial de Moscú en Ucrania.