Anya Taylor-Joy es una actriz de 24 años que acaba de alzarse con un Globo de Oro por su desempeño como Beth Harmon en Gambito de dama. La historia sigue a su personaje, una huérfana prodigio del ajedrez y se ha ganado una gran cantidad de seguidores.
Con su creciente popularidad, puede que haya algunas cosas que te sorprendan de Anya.
1. Habla muy bien el español, y lo hace con acento argentino
«Vengo de muchos lugares, pero mi calidad y mi actitud hacia la vida es de Argentina. Agradezco mucho esa parte de mi historia. Me siento muy orgullosa de venir de Argentina», reveló la joven en una entrevista a Netflix. Su marcado acento argentino no deja dudas de lo que expresa.
La actriz nació el 16 de abril de 1996 en Miami (EE.UU.) y es la menor de seis hermanos. Su padre es un empresario argentino con raíces escocesas y su madre, una psicóloga nacida en Zambia cuyos ancestros son ingleses y españoles.
Cuando era bebé su familia se mudó a Buenos Aires y vivió ahí hasta los seis años. Durante ese tiempo, en su casa solo se hablaba español. Luego, se mudaron a Londres.
2. En Gambito de dama, aprendía las jugadas cinco minutos antes
Considerando que acaba de ganar un Globo de Oro por representar a una joven prodigio del ajedrez, puede resultar difícil asimilar que la argentina por adopción no sabía jugar el juego de mesa hasta que estuvo en la serie. Sí, confesó que aprendía las jugadas poco antes de grabarlas.
«Sabía que había un tablero y que había unas fichas, pero eso era todo», señaló. «Afortunadamente, mi memoria a corto plazo es bastante buena, y, como bailarina, también soy buena con las coreografías, porque básicamente eso es lo que haces con tus dedos», confió a el diario Los Angeles Times.
3. Sufrió acoso escolar
En un punto en común con su personaje, Anya tiene algunos malos recuerdos de su niñez. Es que la artista fue víctima de acoso escolar por algunos años.
«Cuando era más joven no sentía que encajara en ningún sitio. Era demasiado inglesa para ser argentina, demasiado argentina para ser inglesa, demasiado americana para ser cualquier cosa…», ha comentado más de una vez. «Los otros chicos no me entendían, me acosaban mucho», aseguró al periódico británico Evening Standard.
Y por último, reveló. «Me encerraban en las taquillas, me prohibían entrar en las aulas, no me invitaban a las cosas. No era agradable».