Se trata de seis mujeres reclutadas en 1942 por el gobierno de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial para trabajar en la programación del ENIAC (Electronic Numerical Integrator And Computer).
Se habló muy poco de ellas, pero se puede decir que marcaron una importante huella en la historia a través de su trabajo tecnológico. El ENIAC, considerado por muchos como el primer computador de propósito general, fue construido en la Universidad de Pensilvania. Fueron John Presper Eckert y John William Mauchly quienes diseñaron este sistema que estaba destinado a calcular las trayectorias de los proyectiles durante la guerra. Era una máquina muy distinta a las computadoras actuales ya que ocupaba una superficie de 167 m², pesaba 27 toneladas y medía cerca de 2,5 metros de altura y 24 de longitud.
Betty Holberton, Jean Bartik, Frances Spence, Ruth Teitelbaum, Marlyn Meltzer y Kathleen Antonelli, quienes eran especialistas en matemáticas fueron las encargadas de programarlo. Muy capaces en su labor desarrollaron las bases de la programación de los ordenadores, creando la primera biblioteca de rutinas y las primeras aplicaciones de software. Además, también realizaban conexiones de cables en la computadora a través de los seis mil terminales que tenía para tratar de mejorar su uso y lograr combinaciones en programación que eran esenciales para realizar cálculos de forma más rápida.
Todo lo que rodeaba a esta actividad estaba considerado secreto militar, por lo tanto, sus primeros pasos en la programación tuvieron lugar lejos del equipo al que les estaba vedado el acceso y por lo cual tuvieron que diseñar diagramas de programación.
Ellas eran:
Betty Snyder Holberton (1917-2001) fue la que mayores aportes pudo ofrecer posteriormente al mundo de la informática (a pesar de ser periodista y haberse formado de manera autodidacta en matemáticas y física): participó en el UNIVAC I, el primer ordenador controlado mediante instrucciones introducidas por teclado.
Betty Jean Jennings Bartik (1924-2011) formó parte del equipo que transformó el ENIAC en un ordenador con programas almacenados. Después de trabajar con BINAC y UNIVAC I, se convirtió en editora para Publicaciones Auerbach, pionera en tecnologías de la información. En el año 2008 le fue concedido el premio del Computer History Museum.
Ruth Lichterman Teitelbaum (1924-1986) se trasladó en 1947 a Aberdeen junto al ENIAC, donde enseñó a la siguiente generación de programadoras cómo utilizarlo.
Su compañera Kathleen McNulty Mauchly Antonelli (1921-2006) también se trasladó a la base militar de Aberdeen y en 1948 se casó con John W. Mauchly, uno de los ingenieros que crearon el ENIAC.
Frances Bilas Spence (1922-2012) se casó en 1947 con un ingeniero electrónico de la armada que trabajó también en el ENIAC y dejó su puesto para cuidar a su familia.
Marlyn Wescoff Meltzer (1922-2008) renunció a su puesto antes del traslado del ENIAC a Aberdeen para contraer matrimonio.
Sin duda, el trabajo de estas mujeres contribuyó de manera muy considerable a darle fin a un conflicto bélico de terribles dimensiones. Como reconocimiento a su gran labor, en 1997 fueron incluidas en el Women In Technology International Hall of Fame.
La historia en una película
En el año 2010 se filmó una película documental sobre el trabajo de estas mujeres y su contribución a la historia de la tecnología. La misma fue dirigida por Leann Erickson bajo el título de «Top Secret Rosies. The Female computers of World War II»