«Todos mis quchillos» publicado por la editorial Mar de Fondo es un libro de poesía escrito por Andrea Alzati, escritora y artista visual, que inaugura un catálogo que anuda diversas voces hispanoamericanas en sus colecciones de poesía y prosa. EQC Mujer dialogó con ella para conocer un poco más de su obra.
Ante la pregunta sobre lo que la inspiró nos respondió: «El poema Todos mis quchillos es resultado de un trabajo de casi tres años durante los cuales experimenté con distintos medios como la fotografía, la foto instantánea, el video, la instalación y el performance. La inspiración del poema en buena parte es resultado del diálogo que se establece entre la sustancia que se desprende de la vida cotidiana con lo que sucede en lo subjetivo de esa experiencia, es decir, la memoria, la sensación del tiempo, la lengua, el silencio, el uso del lenguaje, la presencia de la imagen, los miedos, los deseos y un largo etcétera. Parte de la idea central del poema también tiene relación con un verso del poema El perro sin plumas de João Cabral de Melo Neto. La escritura de los poemas en cursivas abarca dos años en los que hubo muchos traslados y en ese escenario surgieron esos poemas».
Las emociones en el poema: «Cuando nace el poema es difícil distinguir entre la emoción y el pensamiento. Ambos aparecen como uno mismo, lo que los ataría, sospecho, es el lenguaje, y es ahí donde está el trabajo del poema, en la palabra» dice Andrea.
Desde tu ser artista visual, ¿cómo influye tu mirada en el trabajo con el lenguaje?
«La mirada es el primer instrumento de auto edición que utilizo en mi trabajo como artista, la poesía es sólo otro aspecto de este trabajo que más bien resulta un mismo fluido de ideas que buscan materializarse de uno u otro modo. Me gustaría que mi trabajo como poeta y como artista se percibiera como parte de un todo, ya que es así como surge, como un fluido sin distinciones».
La contratapa de este interesante libro dice: «La potencia de la poesía de Andrea Alzati reside en la mixtura de su precisión estructural y la aparente sobriedad en el estilo, como revelan las dos obras breves que reúne este volumen: «Todos mis quchillos» y «Cursivas».
«Todos mis quchillos» es la serie de elementos que aparecen y desaparecen por voluntad de una máquina estereotipada -la voz poética- que cambia las cosas de lugar para demostrarle al lector que el orden de los factores sí altera el resultado. Donde antes había un plato, el mar rompe en una mandarina; sobre la manzana que presume con orgullo el cuchillo que la atraviesa, los ojos de tres generaciones de mujeres. Así desfilan los elementos, inquietos y versátiles sobre esta banda mecánica que a cierta distancia podría revelarnos lo que de cinta de Moebius tiene la poesía.
«Cursivas» puede ser leída como un corrimiento del eje, una mirada estrábica que se dirige a la periferia de las cosas, un desplazamiento del ojo forzado a discriminar lo íntimo de lo cotidiano. Y desde ese lugar, alzar la voz: «Sembré una lombriz / y crecieron flores / y todas tenían mi cara / y ninguna quería verme».
Sobre la autora: Andrea Alzati nació en Guanajuato (México) en el año 1989.
Es poeta y artista visual. Ha publicado los libros Animal doméstico (Juan Malasuerte, 2017; Liliputienses, 2020; Bisturí 10, 2023), Algo tan oscuro que no tiene nombre (Dharma Books, 2018), Todos mis quchillos (Komorebi, 2019) y Recen por mí (Dharma Books, 2023). Vive y trabaja en la Ciudad de México.
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