La jornada de este miércoles y aún la madrugada de este jueves, estuvieron marcadadis por violencia dentro y fuera del Congreso, represión a jubilados y periodistas, insultos al presidente Javier Milei en Bahía Blanca y un clima de máxima tensión política y social en el país.
La sesión de Diputados se vio envuelta en escándalos dentro del mismo bloque oficialista, con discusiones subidas de tono, agresiones verbales y hasta físicas entre diputados de La Libertad Avanza (LLA), lo que derivó en el levantamiento intempestivo de la sesión.
Afuera, la movilización de jubilados y organizaciones sociales en reclamo por la mejora de haberes, la prórroga de la moratoria previsional y la restitución del 100% de los medicamentos del PAMI terminó con una fuerte represión de las fuerzas de seguridad. Hubo heridos, detenidos y escenas de extrema violencia, como la agresión a una jubilada por parte de un efectivo y el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno que provocó una fractura de cráneo al reportero gráfico Pablo Grillo.
La frase de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien dijo que Grillo «es un militante kirchnerista y está preso», mientras se encontraba internado en estado delicado, terminó de caldear los ánimos que derivaron en marchas espontáneas hacia Plaza de Mayo.
Marchas y protestas en las que subyace, por supuesto, el mal humor de una buena parte de la sociedad por una situación económica y social crítica, con políticas que parecen lejos de mejorar la realidad a pesar de los discursos.