Tattoos y solidaridad

Tatuajes para resurgir como el ave Fénix: cubren cicatrices con arte


A través de la Fundación Mandinga Tatto muchas mujeres logran resurgir de las cenizas como el ave Fénix. Es que la organización sin fines de lucro reconstruye areolas mamarias a mujeres que padecieron cáncer de mama y perdieron sus pechos. Y lo hacen de forma totalmente gratuita.

Además, realizan “tatuajes sanadores” a personas que sufrieron grandes lesiones en sus pieles como quemaduras o cortes, tapándolos con obras de arte y “permitiéndoles sentirse nuevamente insertados en la sociedad”, afirman en su página web.

También, a través de donaciones y auspiciantes la fundación apadrina desde hace 12 años a escuelas rurales del interior del país en las provincias de Jujuy, Santa Fe, Misiones, Santiago del Estero y Corrientes.

“Soñamos con anexarle a todas nuestras actividades la posibilidad de tener un espacio propio donde podamos desarrollar otra actividad que practicamos de toda la vida que es el Sóftbol”, expresan en su página, donde cualquier persona que desee ayudar, puede encontrar los datos para hacerlo.

 

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Fénix de Mandinga

En su página en la red social Instagram, Mandinga Tatto contó recientemente la historia de Yanina, una mujer víctima de violencia de género que decidió tapar con arte las lesiones en su piel y de alguna forma ir sanando su pasado.

Hace diez años, el violento con el que mantenía una relación sentimental la durmió, golpeó y prendió fuego. Yanina sobrevivió, pero desde entonces no volvió a usar una remera mangas cortas.

Tras las sesiones en el estudio de tatuajes, comenzó a sentirse más cómoda con su cuerpo y a intentar dejar ir ese pasado que tanto le dolió.