Por Mariela Masegosa

«Sentirse merecedoras de cosas buenas es un desafío»


Por Mariela Masegosa

Hoy quiero hablarte acerca del merecimiento y de los obstaculos que encontramos a la hora de sentirnos merecedoras y con que herramientas contamos para poder gestionar esos obstáculos.

Sentirse merecedora de cosas buenas es un desafío que enfrentamos debido a las expectativas sociales y personales.

El merecimiento se refiere a la percepción de que tenemos derecho a recibir cosas buenas, y esto se basa en el valor que damos a nuestras acciones y logros.

Este sentimiento está influido por las creencias y expectativas que nos imponen desde una edad temprana. Nos enseñan a asociar el éxito y el valor personal con el esfuerzo y los logros externos, y esto distorsiona nuestra percepción de lo que realmente merecemos.

Mereces simplemente por existir.

El merecimiento está presente en todos los ámbitos de nuestras vidas, en las cosas que creemos que podemos alcanzar y en las que nos ponemos trabas porque sentimos que no son para nosotras.

-Sentis que sos  hiperexigente con vos misma, que tenes que poder con todo.

-Te cuesta elegir y decidir lo que queres por miedo a que el otro se enoje.

-Sos una mujer que te cuesta encontrar tiempo para vos, estas a mil sin poder parar, por tus propias exigencias y de los otros. y eso te frustra.

-Tenes miedo a quedarte sola, por eso sostenes lugares o personas, que no te hacen bien.

– “Sentis culpa si te tomas tiempo para vos, ”.

¿Te reconoces con alguna de estas frases?

Sino me conoces me presento mi nombre es Mariela Masegosa soy Psicóloga y Coach Ontologico

Hace mas de 28 años acompaño a mujeres ( ya han pasado mas de 500) en procesos de transformación a trabajar  su merecimiento y en este recorrido tanto profesional como personal he descubierto que existen 3 pilares fundamentales para trabajarlo  que son:

Autoestima/amor propio; Creencias Limitantes, a las que están muy ligadas  los miedos y la Culpa; y los Limites.

El merecimiento está estrechamente relacionado con la autoestima, ya que la forma en que percibimos nuestro propio valor influye en cómo creemos que merecemos que nos traten y también en qué cosas buenas merecemos en nuestra vida.

Una ausencia de autoestima, o baja autoestima, puede llevar a una percepción distorsionada del merecimiento, donde podemos sentir que no somos dignas de recibir o que nos pasen cosas buenas.

Otro de los pilares del ser merecedoras son las creencias limitantes.  de las cuales muchas veces no somos conscientes pero que nos condicionan de tal forma que no nos dejan avanzar.-.

Algunos ejemplos de estas creencias:

«No estoy lo suficientemente preparada»:

«Tengo que demostrar que soy fuerte todo el tiempo»:

«Si tomo un descanso, me verán como poco comprometida»:

«No puedo cobrar tanto, no soy tan buena»:

¿Te resonó alguna?

Déjame contarte que estas creencias que traemos generalmente de mandatos familiares hacen que se vayan construyendo en nosotros inseguridades, miedos, culpa, que no nos dejan elegir y decidir libremente.
Por eso en este camino de trabajar el merecimiento, el autoconocimiento, es fundamental trabajar estas creencias que traemos, hacerlas consciente y preguntarme si esta creencia que sostengo quiero seguir sosteniéndola, ¿me permite crecer o me anula?
De la mano están los miedos y la culpa. Son emociones que aparecen y acompañan este proceso del no merecimiento y que es importante también concientizarlas, ver que hay detrás de ellas.
La culpa es una creencia aprendida. Esta en una poder ver si la sigo sosteniendo o la transformo. Según mis valores y lo que yo elijo en este momento de mi vida.

Y por ultimo tenemos los límites.

Los limites son de gran importancia para valorarnos, autorizarnos y respetarnos a nosotras mismas.
“Cuando no decimos que no, cargamos con tareas de más, lo que refuerza síntomas como el cansancio extremo y la irritabilidad entre otros síntomas.
Por eso es importante profundizar en los obstáculos emocionales que te impiden poner límites.
Por ejemplo:
-Miedo al rechazo o abandono.
-Culpa por no cumplir las expectativas ajenas.
-Falta de herramientas para comunicar límites de forma asertiva.
Sentir que no somos merecedoras trae diversas consecuencias para nuestra salud mental, haciendo que tomemos actitudes dañinas de forma inconsciente.

Por ejemplo:
-Procrastinación en Proyectos Importantes
. -Perfeccionismo
Tenemos que estar haciendo algo “productivo” todo el tiempo: Sentimos que no merecemos parar, disfrutar y darnos placer si es que no hay un motivo especial para ello.
Sentimos una presión intensa para ser perfectas en múltiples roles, ya sea como profesionales, madres, parejas, etc. El perfeccionismo puede llevar a una sensación constante de que nunca es suficiente, lo que puede generar sentimientos de culpa y una creencia de que no merecen recompensas o reconocimiento
Es posible cambiar esto y sentirme merecedora de la vida que tengo.?

Si claro.
Quizás este pequeño acercamiento de lo que a mi criterio son los pilares a trabajar te ayuden a empezar a cuestionarte, y a pensar cuales de estos pilares estas necesitando trabajar para sentirte merecedora de la vida que queres.
Hay 5 pasos que te pueden ayudar para empezar a sentirte merecedora:
1-Admitirlo: Debemos empezar a ser honestos con nosotras mismas.
Probablemente no sos tan consciente de cómo te minimizas, pero el preguntarse cómo sentirse más merecedora significa que una parte de vos tiene la impresión de que no lo sos. Poder ser consciente de lo que nos pasa es el primer paso.
2-Preguntarte qué es lo que te haría merecedora:
3-Averiguar qué causa esa creencia limitante:
¿Cuánto tiempo ha persistido la manera de sentirte como si no fueras una persona que vale la pena?
Cuando comprendemos cuánto tiempo nos hemos estado sintiendo así, podemos comenzar a identificar el origen de esos sentimientos y así averiguar dónde se originó
4-: Poder mirar hacia adelante y no quedarme en el pasado rumiando en lo que no hice, en lo que hubiera hecho…
Y si así y todo permanecen te recomiendo el último paso que es ir con un profesional para poder trabajar esto que no te esta permitiendo verte merecedora y poder avanzar en lo que te propongas.

Los beneficios de sentirse merecedora son:
Tener mayor autoestima y confianza en vos misma.
Tomar decisiones más saludables:
Establecimiento de límites al otro y a vos misma.

“Tu mayor responsabilidad es amarte a vos misma y saber que sos suficiente”.

Lic Mariela Masegosa
@soymarielamasegosa