Melina Petriella es la protagonista de «Como si la vida fuese un momento pacífico y estable», obra de Dardo Dozo, que la codirige junto a Claudia Kricun y que se puede ver desde ayer jueves a las 20.30 en la sala Cortázar del Complejo Teatral La Plaza.
La obra está basada en el libro «Para qué sirve la filosofía», de Darío Sztajnszrajber, que según Dozo «posee la articulación de un texto filosófico y una novela narrada magistralmente».
«En ella -agrega Dozo- un hombre se encuentra viajando en un colectivo y decide perderse a partir de preguntas cotidianas que constituyen la vida misma».
«La propuesta actoral radica en una minuciosa labor que hemos realizado con la actriz sobre la conceptualización del texto y la valorización de cada palabra dado que ninguna podía ser cambiada ya que modificaba el discurso de la obra.»Dardo Dozo
«A partir de ahí -remarcó- fue el pensar ese libro como esa posibilidad de llevar a escena el pensamiento filosófico con ese marco pedagógico que tanto trabaja Darío en sus textos. El hace que la filosofía no sea algo inalcanzable sino algo mucho más cercano de lo que pensamos. Como pedagogo, tanto yo como Claudia Kricun, necesitábamos que el libro mantuviera esa mirada pedagógica para que quien lo presenciara pudiera, con momentos de mucho humor, ahondar dentro de los aconteceres de la vida misma».
Télam: ¿Cómo fue la traslación del libro a la escena?
Dardo Dozo: La adaptación del libro fue un extenso y conmovedor proceso que llevó la elaboración de siete versiones. Con Claudia Kricun fuimos puliendo lo que generó la dramaturgia del libro de Darío, con la mirada que ambos le aportábamos desde la futura dirección de la obra.
Cuando tuve la primera conversación con Darío, él me dijo algo clave para mi labor como autor, que hiciera hincapié en la historia y que despejara ciertos datos teóricos del libro para poder trabajarlo con mayor libertad. Dentro de la primera propuesta que le hice fue el convertir su libro en una historia que fuera vivida por un personaje femenino.
T: ¿Qué cuenta la obra?
DD: La historia narra una noche en la que una mujer, a partir de encontrarse viajando en un colectivo, comienza a cuestionarse mínimos aspectos de la cotidianeidad que hasta esa noche nunca se había cuestionado. Nace en ella la duda y bucea en ese espacio misterioso que significa el dudar. Es entonces que decide bajar del colectivo y perderse para transitar una noche plagada de magia y misterio encontrando nuevos lugares de pensamientos.
Así surgió esa Maga, ese personaje con una clara referencia al personaje de Cortázar en Rayuela. Esa noche el descubrimiento es casi constante e insospechado con una búsqueda donde el humor irrumpe paso a paso para brindar profundidades sorprendentes para ese personaje.
T: ¿Cuál es la propuesta actoral y en qué registro se mueve?
DD: La propuesta actoral radica en una minuciosa labor que hemos realizado con la actriz sobre la conceptualización del texto y la valorización de cada palabra dado que ninguna podía ser cambiada ya que modificaba el discurso de la obra. Luego, en construir un personaje que se sorprende ante cada pensamiento nunca antes pensado.
Eso llevó a que el oleaje actoral propuesto por nuestra dirección pase por variados estados anímicos, desde la sorpresa, la angustia, la duda, el humor transitando la historia con una profunda versatilidad de posibilidades actorales.
Melina Petriella es una gran actriz que logra transitar por los diversos estados que atraviesan al personaje y luego transmitirlos.
«Como si la vida fuese un momento pacifico y estable» se puede ver los jueves a las 20.30 en la sala Cortázar del Paseo La Plaza (avenida Corrientes 1660) tiene dramaturgia de Dardo Dozo, dirección de Claudia Kricun y Dardo Dozo; actuación de Melina Pietrella, música original de Rony Keselman y asistencia de dirección de Agustina Vinitzca.