El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es una patología que afecta y dificulta el día a día de las personas que lo sufren, dolores, estreñimiento y otras molestias son las consecuencias.
Es una patología o trastorno funcional digestivo que se caracteriza por el dolor y la hinchazón abdominal, así como variaciones en la frecuencia y tipología de las deposiciones pudiendo dar lugar a periodos de estreñimiento o diarrea. Esta,dolencia afecta a muchas personas y además de dolor abdominal, estreñimiento o diarrea, entre la sintomatología asociada al síndrome de intestino irritable también se encuentran la distensión abdominal, la flatulencia, eructos y como efecto el desánimo físico y mental, con lo que se resquebrajan las ganas de realizar las tareas ordinarias.
“El SII es la segunda enfermedad crónica, después de la migraña, que más afecta a la calidad de vida de los pacientes” indica el Dr. Javier Santos, director del Grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva en Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) Barcelona, investigador del CIBERehd y experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).
Los expertos destacan especialmente cuatro factores asociados al comienzo de la enfermedad entre los que se encuentran:
- El estrés psicosocial: debido a la conexión entre el cerebro y el intestino a través del sistema nervioso, del sistema endocrino, del sistema inmune y de la microbiota se influyen mutuamente y hacen que situaciones estresantes ligadas o no a la presencia de ansiedad sean un desencadenante principal.
- También pueden influir el uso de antibióticos, la dieta y las infecciones bacterianas o virales como el COVID-19, a lo que el Dr. Santos asegura “haber observado un gran aumento de pacientes con SII después de haber padecido COVID-19”.
Según esto y en base a los síntomas, existen cinco tipos de Síndrome del Intestino Irritable:
- Síndrome en el que predomina la diarrea
- En el que predomina el estreñimiento
- El mixto (mezcla de ambos anteriores)
- El indeterminado (no se puede saber si predomina la diarrea o el estreñimiento)
- El postinfeccioso, que normalmente suele ser de tipo diarreico.
El doctor Santos afirma que “la experiencia del médico es muy importante para determinar si es suficiente con las características clínicas o es necesario hacer pruebas”.
Entre las principales pruebas que se pueden realizar a los pacientes con síntomas se encuentran las analíticas y las exploraciones radiológicas o endoscópicas.
“Establecer una relación de confianza y empatía médico-paciente” es un factor fundamental para poder abordar de la mejor manera esta enfermedad, ya que “el objetivo final es mejorar la calidad de vida de los pacientes”, añade el experto.
Respecto al tratamiento, el Dr. Santos asegura que “es una de las enfermedades con mayores posibilidades de tratamiento” y “no hay un tratamiento único para tratar el SII”, sino que muchas veces es un conjunto de diferentes modalidades de tratamiento, “desde técnicas naturales, hasta medicamentos y/o cambios en la dieta”.
La dieta es un punto clave para aliviar los síntomas: evitar las grasas, las salsas demasiado fuertes y comidas procesadas, y evitar exceso en el alcohol. Sin embargo, los médicos aconsejan no caer en dietas “demasiado restrictivas” que puedan desencadenar “otro tipo de patologías intestinales”.
Los hábitos de vida saludables como las técnicas para manejar mejor el estrés, practicar yoga o deporte diariamente, tener un sueño reparador y cuidar la microbiota, suelen tener un efecto positivo sobre los síntomas.
Sin embargo, el último escalón en el tratamiento de esta patología puede ser recurrir a tratamientos farmacológicos, que van desde los “suplementos alimenticios hasta fármacos como la fibra o los espasmolíticos, laxantes, antidiarreicos”.
la consulta al médico es necesaria ante aparición de síntomas, pues será el profesional quien determinará qué tratamiento realizar