En el juicio político contra Trump que se sigue en el Congreso estadounidense ha sonado con fuerza la voz de una mujer. Ella es la demócrata Stacey Plaskett, que ejerce como “impeachment manager” (una especie de fiscal). Su relato ha sido contundente a la hora de vincular a Trump con la violencia ejercida en el Capitolio.
Nació en Nueva York, a donde sus padres emigraron desde las Islas Vírgenes. Su padre era policía y su madre, funcionaria judicial. Vivió en un barrio pobre de Brooklyn. Y muy a menudo regresaba con su familia a las Islas Vírgenes, territorio caribeño no incorporado oficialmente a Estados Unidos pese a que sus habitantes son considerados estadounidenses (aunque con algunas limitaciones electorales).
Stacey Plaskett ha vivido una auténtica historia de superación. Asistió en Brooklyn a escuelas religiosas y destacó hasta el punto de que la organización A Better Chance Inc. (que ayuda a estudiantes de minorías raciales a acceder a escuelas y universidades de alto rendimiento) la seleccionó y, así, acudió al Choate Rosemary Hall, internado femenino en el que practicó atletimos y se preparó para la escuela de leyes.
Fue una brillante alumna de leyes, licenciada por la prestigiosa universidad de Georgetown. y en el impeachment su compañero de partido, Jamie Raskin (que fue su profesor), quiso dejar clara la competencia de Stacey Plaskett como jurista: “era una estudiante de primera entonces y sigue siendo de primera ahora” (“an ‘A’ student then and she is an ‘A+’ student now”).
Fuente: Zeleb,es