“Puedo asegurar que uno recibe mucho más de lo que da”. Esas fueron las palabras de Mirta Acosta, voluntaria de “Damas Rosadas”, quien desde el comienzo de su creación hace ya 14 años, asiste al Hospital de Niños Zona Norte de Rosario. Desde EQC Mujer las homenajeamos reeditando esta nota que ya fue publicada en otra oportunidad.
Dicen que el amor mueve montañas, y Mirta es un claro ejemplo de que así es. De mirada transparente, y tono cálido, Mirta Acosta hace muchos años, más de una década, que se dedica al Voluntariado del Hospital de Niños Rosario Zona Norte, en donde realiza, junto con un equipo de otras voluntarias, tareas solidarias fundadas en el más puro amor al prójimo.
“Damas rosadas”, así se titula la institución de éstas mujeres luchadoras que hace más de cuarenta años “se ponen la camiseta” para ayudar a los demás. La institución tiene su sede central en la localidad de Buenos Aires, está representada en varios lugares del país. El nombre que lleva es en conmemoración a toda la sangre derramada que manchaba los guardapolvos blancos durante la Segunda Guerra Mundial y tras varios lavados las prendas quedaban de color rosado. Así como en aquella época las enfermeras acudían al herido de guerra, hoy, estas voluntarias brindan todo su amor al más necesitado. Todos los días por la mañana asisten al Hospital de Niños “Roberto Carra”, en donde realizan distintas actividades solidarias.
La pandemia no las detuvo y con todos los protocolos adecuados siguieron trabajando
Mirta Acosta, contó que lo que la moviliza a realizar este tipo de labor, es el amor hacia los niños y más por los necesitados, “el chico es lo más importante porque viene en formación, va a tomar los hábitos, el ejemplo de los mayores”, expresa.
Hay mucho por hacer, algunas de las tareas que realizan consisten en clasificar lo que reciben de las donaciones, acondicionar los juguetes que se donan, planificar días de juego, o lectura de cuentos, cuenta que: “hay muchísima gente que nos está ayudando con ropa, calzados, y juguetes, así que tenemos la posibilidad de colaborar con otros lugares. Es tanto lo que nos ayudan que sobreabunda”.
El equipo de voluntarias está compuesto por jóvenes y señoras de edades variadas “hay un grupo muy lindo de estudiantes universitarias, señoras jubiladas, otras que no, hay de todas las edades, lo que tenemos en común es el amor a los niños”, expresó Mirta.
Foto tomada en el año 2014
Y el amor es algo que abunda en este grupo, y no sólo el que brindan a los pacientitos, sino el que existe entre ellas, quienes se apoyan como equipo para soportar situaciones angustiantes y poder seguir adelante, “nos apoyamos mucho, es un grupo muy hermoso y humano. Es algo maravilloso”, detalla Mirta.
Algunas de las patologías que más se ven en el Hospital son la bronquiolitis, sobre todo en los bebes y las infecciones en la piel. Otra preocupación que les despierta angustia son las mamás de los chicos que asisten al hospital, quienes son muy jóvenes. “Son nenas. Ayer teníamos un papá de 17 años, que fue papá a los 15. Eso nos produce angustia, necesitan crecer ellos primero, poder tener un estudio, un trabajo, para después recién ahí poder ser padres, hay muchos chicos que no terminan la secundaria”, contó Mirta.
Sin embargo, pese a todas esas situaciones dolorosas a la que a veces se ven expuestas, siguen adelante, y la fuerza y el amor es el motor para seguir, “al principio afectaba más, pero ahora pensamos que peor es no estar. Decidimos que todos los problemas que traemos de nuestras casas los dejamos en una mochila en la puerta del hospital, y cuando nos vamos, todos los problemas del hospital los dejamos, igualmente, en la puerta de nuestras casas y así encontramos la forma”, expresó.
La mirada de Mirta, los gestos, los movimientos que hace al hablar simplemente la desbordan de amor, “es maravilloso, es reconfortante. Te puedo asegurar que uno a veces piensa que va a dar, y no es así, es al revés recibe muchísimo más de lo que da”, y añadió: “además uno mismo se convierte en una persona agradecida de todo lo que la vida nos ha dado, porque hay gente que no lo tiene”.
Y como gran soñadora que es, los proyectos y las metas son una parte fundamental de todo el trabajo, “queremos despegar más, hacer más cosas, todo lo que termina estancado se pudre. Necesitamos personas que se sumen, hay un montón de lugares desde el que se puede hacer”, reitera.
Por esta razón, para que se pueda seguir haciendo mucho más de lo que ya se hace, es necesario que se sume más gente al voluntariado “no todos estamos capacitados para enfrentar ciertas situaciones, todos tenemos dones y talentos, lo importante es que cada uno haga algo en lo que se sienta cómoda y lo que quiera hacer”.
Finalizó diciendo que: “un sueño es tener muchas más voluntarias para poder seguir haciendo y poder incentivar en la lectura, ese es un gran proyecto”
Para todos los interesados las vías de contacto son: el teléfono: 4 54 37 72 o a través de la página de Facebook: Voluntariado Damas Rosadas. Sino también se puede dirigir directamente al Hospital de Niños Zona Norte ubicado en avenida De los Trabajadores 1300, durante la mañana.
Feliz cumpleaños y gracias por la incansable labor en la ´búsqueda de ayudar al prójimo.
Aclaración la foto de portada no es actual fue tomada del facebook del voluntariado


