Un equipo de investigadores de la Universidad de Florida ha dado un paso importante en el desarrollo de una vacuna contra el glioblastoma, el tumor cerebral más agresivo y letal de todos. La vacuna, probada en animales y en cuatro pacientes adultos, ha demostrado ser capaz de reprogramar el sistema inmunitario para que ataque este tipo de cáncer.Lo más sorprendente de este desarrollo es la rapidez con la que se activan las células inmunitarias: en tan solo 48 horas. Esto se debe a que la vacuna «despierta» al sistema inmune, haciéndole reconocer al tumor como una amenaza.La vacuna se elabora a partir de una biopsia del tumor de cada paciente. Se procesa el material y se reintroduce en el organismo junto con nanopartículas lipídicas. Estas nanopartículas transportan el ARN mensajero del tumor, lo que activa las células inmunitarias y las prepara para atacar el cáncer.Una de las grandes ventajas de esta vacuna es que es personalizada. Esto significa que se adapta a las características específicas del tumor de cada paciente, lo que aumenta las posibilidades de éxito.Si bien los resultados hasta ahora son prometedores, aún queda un largo camino por recorrer. El próximo paso será evaluar la eficacia de la vacuna en un mayor número de pacientes, tanto adultos como pediátricos.El desarrollo de esta vacuna representa una gran esperanza para los pacientes con glioblastoma. Si los ensayos clínicos continúan dando resultados positivos, esta podría convertirse en una herramienta fundamental para combatir este terrible cáncer.
En Argentina, el Centro de Oncología Molecular y Traslacional de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) también está trabajando en el desarrollo de nuevas terapias contra el glioblastoma.
Ensayos preclínicos del compuesto 1A-116: Este compuesto está diseñado para inhibir la activación de RAC1, una proteína que está vinculada con la progresión tumoral del glioblastoma. El compuesto fue patentado por la UNQ y se espera que pueda ser utilizado en combinación con otras terapias.
Dispositivo para inhibir la proteína Pin1: Este dispositivo está siendo desarrollado para frenar la proliferación de células tumorales. La proteína Pin1 es responsable del crecimiento del glioblastoma.