Narraciones

¿Por qué hay que ver ‘Workin Moms’?


Workin’ Moms es una serie tan buena, que puedes reconocerte a ti misma incluso si eres el polo opuesto de las historias que narra. Y te digo más: esta serie se la recomiendo a todo el mundo porque, más allá de los temas estrictamente relacionados con la maternidad, se abordan temas transversales que abordan desde las dinámicas de la amistad, hasta las de la pareja y ñas laborales – además de presentar interesantes personajes masculinos y liberados de los estereotipos.

En resumen, si buscamos una historia irónica, brutalmente franca y dramática sobre lo que significa no solo “ser madre”, sino ser una mujer que lidia con las responsabilidades (y la fatiga) de la vida que ya no tiene veintitantos años, esta es la serie perfecta.  Y sin duda, para construir esta mezcla equilibrada de atrevimiento y desencanto, que va más allá de una mera provocación, se necesitó un equipo de mujeres que se abrió en canal para plasmar sus propias vivencias en el papel y narrarlas de manera honesta

Eso es lo que hizo Catherine Reitman, creadora e intérprete (interpreta al personaje de Kate) de esta sitcom que se estrenó originalmente en 2017 para CBC y luego llegó a Netflix – donde solo están disponibles las primeras cuatro temporadas, aunque en 2020 llegará la quinta, que se lleva emitiendo desde el pasado 16 de febrero en el canal ​​canadiense. Como escribió Amber Dowling en Vox, Catherine dijo que “desarrolló Workin’ Moms después de tener una crisis frente a sus colegas mientras rodaba una película en Filadelfia; los presentes eran en su mayoría actores de improvisación que se burlaban de ella por perderse el primer día de su madre. Esta trama resultó en el episodio piloto, en el que su personaje, Kate, se siente culpable por no llegar a casa a tiempo para bañar a su hijo en su primer día de trabajo después de terminar la baja por maternidad “.

 

De sus experiencias personales, Catherine extrajo los temas principales de la serie, para cuya realización ella, junto con su esposo, el actor y productor Philip Sternberg, quien en la serie interpreta el papel del esposo de Kate –  quería un equipo exclusivamente femenino para apoyar a las mujeres. no solo en lo que respecta al contenido, sino también en cuanto a las oportunidades laborales que ha generado la serie: las mujeres ocupan el 70% de los puestos principales en cada departamento de Workin’ Moms (incluida la dirección, al frente de la cual se contrató, al menos en un episodio de cada temporada, a una joven directora emergente) y Catherine se mostró inflexible al considerar mujeres para ocupar los puestos de dirección de departamentos en la serie, incluso cuando sus currículums no fuesen perfectos o si carecían de esa experiencia que obviamente aún no les había llegado. Catherine no solo quiso contar las contradicciones que la sociedad impone a las madres de hoy: “hay una represión contra las madres que se espera que trabajen a tiempo completo y finjan no ser madres, y viceversa, que son madres a tiempo completo, fingiendo no ser madres trabajadoras”, sino también para crear oportunidades de trabajo para mujeres en las que con demasiada frecuencia no se confía, por razones variadas. “Hemos contratado a muchas mujeres con poca experiencia y os diré que la apuesta ha valido la pena en cada caso”. El resultado, de hecho, como también se señaló en Forbes, fue un éxito increíble.

También, por esto mismo, la serie no solo ofrece momentos de comedia, sino que también aborda -sin miedo y con la dosis justa de seriedad, ironía y brutalidad- temas muy concretos e inexplorados en la pequeña pantalla:  dificultades, relaciones, depresión posparto, aborto, salud mental, competitividad en el trabajo y tiempo que nunca parece ser suficiente para dedicarlo a las personas de nuestra vida. ¿Qué sucede cuando volvemos al trabajo después de la baja por maternidad y dejamos al bebé en casa? ¿Qué pasa si tu marido quiere otro bebé de inmediato y tu no? ¿Si descubres que tener un hijo no es lo que deseabas (pero lo tienes)? ¿Si te sientes rota y sola? ¿Qué pasa si el sexo con tu pareja ya no funciona?

Hablamos de deseos cambiantes, un sentido maternal que no llega a pesar de tener una hija a la que cuidar y ese deseo de experimentar “un poco de muerte cerebral” (o de lanzar hachas a la pared) para desahogarse un poco” y poder desconectar por un segundo de tu estresante vida. Nos preguntamos cómo cambiamos mientras nos mantenemos al día con nuestros deseos tratando de no ser esclavos de ellos y en esta lucha, Frankie, Kate, Anne, Jenny no siempre salen bien paradas: luchan, se aíslan, se fortalecen y ​​de inmediato pierden esa misma fuerza – a menudo resultando también desagradables. No se cortan tampoco a la hora de enseñar sus partes oscuras: se quejan a pesar de estar en situaciones privilegiadas – inolvidable cuando una madre las confronta, diciéndoles: “escuchar como te quejas de ser madre con pareja y ayuda a tiempo completo me hace querer tirar mi mesa por una ventana”- se presentan en estados confusos, son egoístas y vanidosas, pero siempre siguen adelante: intentan dejar atrás su pasado, buscando siempre la fuerza para evolucionar y probar nuevas estrategias.

Son tan descaradas y multifacéticas como muchas mujeres que conocemos en la vida real. Se las ve atravesando fases, dando lo mejor y lo peor de sí mismas, como hacemos todos. Y por tanto, no hace falta ser madres -ni necesariamente mujeres- para comprender y apreciar a estos personajes que luchan por encontrar un equilibrio que no tiene reglas, ni constantes, pero que sienten que deben reestablecer, saliendo un poco de su zona de confort. Si por alguna razón te encuentras en la misma búsqueda caótica del equilibrio, no podrás evitar engancharte a la historia de estas mujeres que, a pesar de las dificultades, siempre logran arrancarse (y arrancarnos) una sonrisa.

Fuente: freedamedia.es