Por Carmen Sigüenza
Yo no soy esa fue un himno feminista en el franquismo, una de las canciones más icónicas de María Trinidad Pérez-Miravete Mille (Murcia, 1947-2009) conocidísima como Mari Trini, una cantautora fundamental de los años 70 y hasta los 90 en la historia de la música española.
Fue la primera mujer en salir con pantalones vaqueros en los escenarios de TVE, algo que le valió muchas críticas, y la primera de su generación en España en escribir e interpretar sus sus propias canciones. Ahora se publica un libro con sus poemas inéditos, junto a ocho que publicó en vida en su disco Espejismos, en 1990.
Poesía Crónica. Mari Trini, es el título de este libro que publica Torremozas y que incluye, además, un amplio anexo fotográfico con imágenes de la vida de esta cantante, la ‘Juliette Greco española’, así como un poema manuscrito de Gloria Fuertes dedicado a ella y otro de Mari Trini dedicado a la poeta.
«Amores se van marchando», «Te amaré, te amo y te querré», «Una estrella en mi jardín», «Un hombre marchó» son temas clásicos del repertorio en español que escribió y cantó Mari Trini, una artista con mucha sensibilidad que en el franquismo representó otra mirada, más intima y rompedora con los estereotipos.
Luchó contra el sexismo y supo mostrar los sentimientos femeninos sin dejarse someter. No llevaba las faldas cortas que se llevaban en la época, llevaba pantalones o vestidos largos jipis y luego vistió de negro. Ambigua y rebelde, padeció también la presión mediática constante con entrevistas que la asaeteaban a preguntas imposibles como: «¿Por qué no te has casado?», «¿Estás sola?», «Eres muy seria, parece que estás amargada…»
De ahí su Yo no soy esa: «Yo no soy esa que tú te imaginas/una señorita tranquila y sencilla/que un día abandonas y siempre perdonas Esa niña si, no/Esa no soy yo. Yo no soy esa que tu te creías/La paloma blanca que te baila el agua/Que se ríe por nada diciendo si a todo/Esa niña si, no/Esa no soy yo…». Esta es la canción que en el franquismo fue una contestación y un reivindicación feminista.
Mari Trini hizo de su amor por el amor, de la búsqueda del sentido de la existencia, de su rechazo a la mediocridad y la hipocresía y de la defensa por la igualdad de la mujer los temas de sus letras. En un momento en el que predominaban cantautores como Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute o Andrés Ibáñez, Patxi Andión, entre otros. Su resistencia política contra el régimen era el derecho a la diferencia.
«Yo siempre he dejado un margen de imaginación para que la persona que escuche la canción ponga su final. En aquel momento, muy pocas mujeres opinaban de política. Eso sí, tenían que vestirse muy bien y salir muy bien. Aun así, mis canciones no adquirieron la dimensión que adquirieron las de Serrat, las de Patxi…”, decía.
La vida de Mari Trini fue dura desde el principio. De familia aristocrática murciana, a los 7 años contrajo una enfermedad, una nefritis crónica que la obligó a estar en cama hasta los 14 años, un tiempo que la llevó a tener una mirada íntima y profunda y que hizo que escribiera sus primeras canciones y descubriera la música como su gran pasión.
«Solo sé que entré en aquella habitación como una niña y salí con sostén», dijo de aquella etapa. Su familia se trasladó a Madrid y empezó su trayectoria artística. Se formó en Londres, donde trabajó en la BBC, y donde conoció a figuras emblemáticas como Marlene Dietrich o Paul McCartney, y en 1965 viajó a París.
En el París de la bohemia, se empapó de la chançon française y coincidió con artistas como Edith Piaf, Jacques Brel o Georges Brassens. De regreso a España publicó varios sencillos, pero su éxito se disparó en 1970 cuando firmó por Hispavox, ya con su primer álbum. Amores.
El libro, Poesía Crónica. Mari Trini, que acaba de publicar (Torremozas) de está divido en tres partes. La primera, Poemas dispersos, que reúne textos de distintas épocas y que se encontraban sueltos en el archivo de la autora. la segunda parte, Poemas organizados, una selección de poema transcritos al ordenador Xavi Rotllan, organizados por la propia Mari Trini durante su estancia en san Pol de Mar (1998-2001) y la tercera parte que incluye los ocho poemas publicados en vida de Mari Trini.
El libro incluye una carta emotiva a Mari Trini de su hermano Gonzalo, que dice: «Querida hermana, es un motivo de felicidad contarte que por fin se va a cumplir tu deseo de publicar los poemas que con tanto cariño me entregaste y tu misma habías titulado: Poesía crónica…».
La tristeza, la lluvia, el piano, el amor, la soledad… son algunos de los poemas que se incluyen como, MIEDO que dice: «Al miedo hay que darle caña/y de la caña nace el azúcar. Y yo diabética de amor/empachada agonizo, miedos, sangre y deseos/hechos de azúcar».
Mari Trini creó su trabajo en un mundo de hombres. Se enfrentó, pagó por ser diferente. Llegó a protagonizar una portada desnuda en Interviú para mostrar que no tenía ninguna «tara física» o pierna de madera, como decían algunos. Algo terrible. Mari Trini, además, abrió muchas puertas a las mujeres y a las cantautoras.
Fuente EFE ( efeminista.com)
Fotografía de la portada del libro ‘Mari Trini. Poesía Crónica’, cedida por editorial Torremozas.