Permarexia: ¿qué es y cuáles son sus causas?


En un artículo de Mejor con Salud realizado por Saúl Sánchez Arias, graduado en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Santiago de Compostela, se explican las características y particularidades de la permarexia, así como sus causas y diagnóstico.

La permarexia es un trastorno de la conducta alimentaria que se ha identificado de manera reciente y que resulta la antesala de problemas más graves, como la anorexia o la bulimia. Los pacientes con esta enfermedad piensan que cualquier alimento que consuman les va a hacer engordar y tienen un deseo irrefrenable por estar delgados.

Por este motivo, las personas con permarexia acostumbran a adherirse a distintas dietas publicitadas como milagrosas, con el objetivo de reducir su peso corporal. De hecho, este es uno de los criterios que se utilizan para diagnosticar la enfermedad: haber probado más de 3 dietas en un año con un objetivo de pérdida de grasa.

Características de la permarexia

Dado que es una patología clasificada de forma reciente, todavía no existe mucha bibliografía al respecto de la permarexia. Sin embargo, se sabe que este problema es típico de aquellas personas con ciertas conductas compulsivas que les llevan, por ejemplo, a contar calorías. A pesar de que revisar los etiquetados nutricionales es una buena práctica, realizar esto de modo obsesivo puede convertirse en un problema.

De todos modos, mucha gente sufre permarexia y no han sido identificados como tales. Estas personas fluctúan de peso de manera habitual y están sujetos a hábitos dietéticos cambiantes, pero no aparentan un estado físico patológico. Por este motivo, no son susceptibles de recibir un diagnóstico preciso de la enfermedad.

En el caso de que una persona cambie de protocolos alimenticios de manera frecuente y el objetivo sea siempre experimentar una bajada de peso, es posible que exista la patología. Además, los pacientes con este trastorno son especialmente sensibles a los comentarios hacia su físico. Tienden a compararse de manera constante con otros de su entorno.

No obstante, si bien se ha conseguido evidencia de la relación entre la depresión y la anorexia, todavía no se ha podido extender dicha asociación entre los problemas psicológicos y la permarexia.

¿Cómo identificar a una persona que sufre permarexia?

El diagnóstico de la enfermedad no es tarea fácil. No existen herramientas de screening que permitan identificar de manera precisa la existencia del problema. Lo óptimo resulta observar los patrones de conducta, además de concretar algunas pruebas que determinen su grado de salud mental.

En el caso de que muestre ciertos comportamientos obsesivos en torno a la alimentación, pero que todavía no permitan encuadrarlo en el marco clínico de la anorexia o bulimia, puede diagnosticarse la permarexia.

Resulta importante fijarse en los hábitos de alimentación y en la relación con la comida. También aporta información de valor conocer cómo de susceptible es la persona frente a las críticas externas. Si le afectan mucho las opiniones de los demás, el riesgo de padecer o de desarrollar la patología aumenta.

Como se ha comentado, si en el último año ha probado más de 3 dietas distintas con un objetivo de pérdida de peso, es un serio candidato. En este caso, lo más adecuado es acudir a un profesional cuanto antes. La prevención y el tratamiento temprano son las mejores soluciones para los problemas de la conducta alimentaria. Así se reduce el riesgo de secuelas.

Causas de la permarexia

Se ha demostrado que los factores de riesgo para la aparición de un problema de este tipo son los siguientes:

Problemas psiquiátricos en los progenitores.
Estrés en la madre durante el embarazo.
Sobrepeso infantil.
Disconformidad con la composición corporal.
Presión social.

Además, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Child and Adolescent Psychiatric Clinics of North America, los trastornos de la conducta alimentaria como la permarexia se ven favorecidos por el exceso de la información que ofrecen algunos medios de comunicación. Una interpretación errónea de la misma, dada la falta de conocimiento técnico, puede provocar la aparición de hábitos nocivos.

Un trastorno de la conducta alimentaria de difícil diagnóstico

Tal y como hemos comentado, la permarexia es una patología reciente sobre la cual no hay mucha información científica todavía. Sabemos que se trata de la antesala de problemas mayores y que el pronto diagnóstico facilita su manejo y curación.

De todos modos, los criterios para identificar el trastorno no están del todo claros, por lo que es preciso acudir a un especialista y someterse a diferentes herramientas de screening.

Recuerda que las enfermedades asociadas a la conducta alimentaria son complejas y requieren de un tratamiento multidisciplinar. Es preciso abordar el problema desde distintos ángulos para ofrecer una solución fiable que reduzca el riesgo de secuelas a medio plazo.

Ante cualquier duda, la mejor opción es consultar con un especialista para obtener más información al respecto. Fijarse en los detalles puede ser diferencial a la hora de detectar el problema a tiempo y prevenir complicaciones.