Un paciente con Park8nson avanzado recuperó casi totalmente la capacidad de caminar gracias a electrodos implantados en su médula espinal.
Tras varios meses de rehabilitación el hombre, un francés de 62 años, recibió la nueva neuroprótesis, con la que superó por completo los problemas que tenía para caminar, ya que éstos no respondían a ninguno de los tratamientos que había recibido, dice en declaraciones a EFE en un aparte de la presentación a la prensa del avance científico.
«Al principio no pensaba que pudiera sentir un efecto inmediato, pero en cuanto me implantaron la neuroprótesis sentí la mejoría», asegura el paciente piloto del proyecto, quien antes solo podía desplazarse con mucha dificultad, no podía subir escalones ni darse la vuelta, todo lo cual ahora puede hacer de forma natural, con confianza y sin riesgo de caerse.
El cambio es tal que Marc ahora camina sin ninguna ayuda unos seis kilómetros, sin dolores ni cansancio.
El hito médico podría ser una tecnología «revolucionaria» para las personas que luchan por moverse a pesar de este debilitante trastorno cerebral.
El tratamiento fue desarrollado por investigadores suizos que previamente habían utilizado implantes en la médula espinal para ayudar a varias personas con paraplejia a caminar nuevamente.
Al igual que más del 90 % de las personas con Parkinson avanzado, Marc tiene grandes dificultades para caminar.
Lo que se conocen como episodios de «congelación», durante los cuales los pacientes quedan temporalmente sin poder moverse, poniéndolos en riesgo de caídas, son particularmente «terribles», dijo Marc a AFP.
«Ahora puedo caminar de un punto a otro sin preocuparme por cómo llegaré allí», dijo. «Puedo dar un paseo, salir de compras por mi cuenta, puedo hacer lo que quiera», añadió.
Un equipo suizo de investigadores implantó un sistema complejo de electrodos llamado «neuroprótesis» en puntos clave a lo largo de la médula espinal de Marc.
«Desarrollamos una neuroprótesis que redujo los problemas de marcha, los problemas de equilibrio y la congelación de la marcha», dijo el equipo liderado por la cirujana Jocelyne Bloch y el neurocientífico Gregoire Courtine.
Ambos ya habían logrado un avance utilizando implantes en la médula espinal que permitieron a pacientes parapléjicos caminar nuevamente.
La última investigación, publicada en la revista Nature Medicine, funcionó aproximadamente según el mismo principio.
En este caso la neuroprótesis tenía que hacer algo más que enviar simplemente una estimulación eléctrica que provocara el movimiento. También tenía que asumir el papel del cerebro al generar esa estimulación en el momento adecuado, de modo que el movimiento resultante se corresponda con los deseos del paciente.
«La idea es medir los movimientos residuales, es decir, la intención de caminar, con pequeños sensores que se encuentran en las piernas», dijo Courtine a AFP.
«Gracias a esto, sabemos si la persona quiere oscilar o detenerse, y podemos ajustar la estimulación en consecuencia», dijo Courtine, un investigador en el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana.
La neuroprótesis fue probada primero en primates y luego implantada en Marc, quien la ha utilizado durante aproximadamente ocho horas al día durante casi dos años.
Marc dijo que ahora puede caminar mucho más fácilmente; incluso está planeando un viaje a Brasil, pero enfatizó que todavía requiere concentración, especialmente al subir escaleras.