Odinofagia y hernia de hiato: palabras raras para afecciones frecuentes


Acidez, reflujo, dificultad para tragar son afecciones comunes que deben ser tratadas. Comunes, y frecuentes, pero cuyas causas tienen nombres algo raros: hernia de hiato y odinofagia.

Se conoce como odinofagia el experimentar un fuerte dolor en la garganta al tragar, ya sean alimentos, bebidas o incluso la propia saliva. Por tanto, se trata de un trastorno digestivo en el que la deglución se vuelve dolorosa y, por tanto, se dificulta. En los casos más graves, es posible que incluso llegue a dificultar la respiración.

En ocasiones puede deberse por una garganta irritada como resultado de un proceso vírico o un sencillo constipado. En estos casos, la odinofagia se soluciona con bastante rapidez y no hay que preocuparse.

Sin embargo, si el dolor y las molestias persisten, puede que la odinofagia sea un síntoma de inflamación de los tejidos, músculos o mucosas del esófago, de la boca o de la faringe. Incluso pueden ser un síntoma de un proceso infeccioso que está ocurriendo en el cuerpo.

El primer y más claro síntoma de la odinofagia es el dolor generalizado de garganta y del esófago al tragar. Sin embargo, esta enfermedad también tiene asociados otros síntomas, como un intenso ardor y presión en la zona.

Cuando la odinofagia se agrava, puede llegar a causar disfagia, esto es, resulta imposible tragar por culpa de las sensaciones desagradables que se experimentan. Dada la similitud de los síntomas, muchas personas pueden confundir los conceptos de disfagia y odinofagia.

La diferencia entre estas enfermedades radica en que, mientras la odinofagia se debe a una deglución dolorosa, la disfagia es una sensación que tiene la persona de no poder tragar, sin dolor relacionado. Es decir, encuentran difícil pasar los alimentos (sólidos o líquidos) de la boca al estómago.

Si el dolor al tragar no desaparece en un par de días o se agrava, es importante que acudas a un profesional médico para una revisión. Un médico podrá determinar la causa del dolor y hacer un diagnóstico adecuado, ya que la odinofagia suele ser a consecuencia de otra enfermedad.

TRATAMIENTOS DE LA ODINOFAGIA

Entre los tratamientos más comunes de la odinofagia se encuentran:

  • Si está provocada por una infección de garganta, con unos antibióticos o analgésicos se calmará el dolor, y los pacientes pueden seguir haciendo vida normal.
  • Si viene provocada por hongos en la boca o en la garganta, se necesitarán medicamentos antimicóticos específicos para tratarla.
  • Si es la acidez de estómago la culpable, el médico tendrá que encontrar la causa de dicha acidez para poder recetar el tratamiento adecuado.

Aunque se trata de una enfermedad molesta, es relativamente fácil de solucionar, así que no dudes en contactar con tu médico.

¿Qué es una hernia de hiato? El hiato es una pequeña parte de la barrera que separa el esófago del estómago. Su principal función es impedir que los jugos gástricos pasen al esófago.

Cuando se sufre de hernia de hiato, significa que esta barrera anatómica no funciona bien, por lo que los ácidos del estómago suben por el esófago, causando molestias e incluso dolor. Aunque es frecuente en personas mayores de 50 años, cualquiera puede presentar hernia de hiato en cualquier momento.

Sufrir de hernia de hiato puede llegar a provocar odinofagia. Cuando el reflujo es constante, puede llegar a ocasionar tal dolor que la deglución se hace imposible, por eso es tan importante acudir al médico si padeces reflujo habitualmente.

El síntoma principal de la hernia de hiato es la sensación de quemazón (pirosis) que sube desde el estómago, por el esófago hasta la garganta. Por lo general se agrava después de comer, sobre todo ciertos alimentos que relajan el esfínter o por tomar exceso de alimentos picantes, alcohol, café, cítricos, chocolate o tomate. También empeora al dormir o al flexionar el tronco.

Otros síntomas asociados con la hernia de hiato son la carraspera o la afonía, ya que el paso del ácido por la laringe la puede irritar. En casos más graves, el paciente puede presentar síntomas respiratorios como asma o dificultad para respirar, cuando el ácido pasa a este sistema.

Para tratar la hernia de hiato, primero hay que determinar su gravedad. Así, en las patologías más leves, con controlar los alimentos que se ingieren basta para aliviar los síntomas. En los casos más graves es cuando es necesario recibir un tratamiento que vaya más allá.

El tratamiento comienza evitando los alimentos propensos a relajar el esfínter, como las grasas o los mencionados anteriormente. También se recomienda perder peso cuando sea necesario y dejar de fumar. Se pueden aliviar los síntomas elevando la parte de arriba de la cama al descansar, pero no solo con almohadas que solo hacen que se flexione el cuello. No es recomendable acostarse antes de 2 o 3 horas después de comer.

En caso de que estas medidas dietéticas y posturales no surtan el efecto deseado, entonces el médico puede recetar algún medicamento, como por ejemplo:

  • Un antiácido, que sirve para aliviar los síntomas aunque no reparará los daños ya causados por los ácidos.
  • Un bloqueador de los receptores H-2, que reducen la producción de ácido en el cuerpo y alivia los síntomas durante más tiempo.
  • Un inhibidor de la bomba de protones, que bloquea el ácido por completo, para dar tiempo al esófago a que se cure.

Como se puede comprobar, no tratar la hernia de hiato puede desembocar en odinofagia, haciendo que tragar se vuelva difícil y doloroso. Por eso, ante cualquier malestar persistente, hay que acudir a los profesionales para recibir tratamiento.

 

Artículo de NES Noticias en Salud