La musicoterapia es una gran herramienta terapéutica para personas con necesidades educativas especiales. El siguiente artículo publicado en Mejor con salud detalla algunos de los beneficios de utilizarla en niños con síndrome de Down.
La musicoterapia en niños con síndrome de Down ofrece grandes beneficios. Favorece la relajación, mejora el comportamiento y facilita el desarrollo de habilidades cognitivas, sensoriomotoras, emocionales, sociales y comunicacionales.
Estos efectos tan positivos ayudan a los niños a sentirse más motivados. Como consecuencia, se multiplican las probabilidades de que los pequeños estén cada vez más implicados en las actividades propuestas por el terapeuta, por lo que todo son ventajas.
La musicoterapia crea unas respuestas psicológicas y fisiológicas que es difícil obtener con otro tipo de técnicas. Además, el lenguaje de la música es interesante porque, al pertenecer a un formato no verbal, permite la llegada de mensajes complejos de manera sencilla.
¿Qué es la musicoterapia?
La Federación Mundial de Musicoterapia define esta disciplina como el empleo profesional de la música y de todos sus elementos en ambientes que tengan que ver con lo médico, lo educacional y lo cotidiano, tanto en forma individual como en grupos. El objetivo es mejorar la calidad de vida, la salud y el bienestar físico, social, comunicativo, emocional, intelectual y espiritual.
La musicoterapia produce efectos terapéuticos y de rehabilitación. Por su parte, Ostrosky (citado por Maroto, 2018) considera que esta terapia promueve la recuperación neurológica y propicia un buen equilibrio físico y emocional.
La musicoterapia tiene la capacidad de potenciar el desarrollo de la persona a nivel educativo y emocional: mejora la comunicación de emociones, la interacción recíproca, la empatía y la intimidad con el terapeuta. Dada su gran utilidad, a continuación analizamos más en profundidad algunos de los mayores beneficios de la musicoterapia en niños con síndrome de Down.
Desarrollo cognitivo y musicoterapia en niños con síndrome de Down
Los niños con síndrome de Down manifiestan una serie de dificultades a nivel cognitivo entre las que se encuentran la discapacidad intelectual (leve a moderada, con un cociente intelectual que va desde 35 a 70), el procesamiento más lento de la información y dificultades para interpretarla, así como impedimentos para la abstracción y la generalización.
También poseen un tiempo de respuesta amplio con escasa iniciativa. Hay problemas para entender varias instrucciones cuando siguen un orden secuencial y dificultad para mantener la atención y la concentración durante un período prolongado. Además, su percepción auditiva es más baja que la percepción visual.
La musicoterapia les permite mejorar sus habilidades cognitivas de la siguiente forma:
Fomenta la imaginación y la creatividad.
Mejora la percepción y la discriminación auditiva.
Promueve el pensamiento simbólico.
Desarrolla la atención y la memoria.
Estimula la toma de iniciativa.
Favorece el uso de las secuencias.
Musicoterapia para el área motora
Los niños con síndrome de Down presentan hipotonía muscular y laxitud en sus ligamentos. Asimismo, tienen dificultades tanto a nivel de la motricidad fina como la gruesa. Sus acciones son lentas y les cuesta subir o saltar.
La práctica asidua de la musicoterapia les permite mejorar las habilidades motoras:
Promueve la coordinación y fomenta la consciencia corporal.
Estimula la utilización del cuerpo como herramienta de expresión.
Desarrolla la motricidad fina y gruesa mejorando el ritmo de respuesta motriz.
Favorece la coordinación óculo-manual.
Libera la energía reprimida.
El nivel emocional
Los niños con síndrome de Down encuentran en la musicoterapia un espacio para trabajar sus emociones más profundas. Así, esta terapia les ayuda a estar más en contacto con ellas y encontrar una vía para expresarlas. Del mismo modo, reconocen las emociones de los demás y sienten una mayor empatía.
También liberan sentimientos reprimidos, se relajan, mejoran su autoestima gracias a los logros que consiguen durante la actividad, se sienten realizados, fomentan la confianza en ellos mismos, potencian su autonomía y generan estados de ánimo positivos.
Socialización con musicoterapia en el síndrome de Down
Los niños con síndrome de Down acostumbran a ser muy sociables y afectuosos, pero la socialización puede resultar afectada por sus dificultades con el lenguaje y el retraso cognitivo. Por ello, la musicoterapia puede ayudarles a lo siguiente:
Promover habilidades auditivas, espaciales y motoras que puedan utilizar en otros contextos sociales.
Desarrollar habilidades comunicativas como la participación, la expresión de afectividad, el manejo del silencio o la regulación de los turnos en una conversación.
Favorecer una mejor conducta social.
La musicoterapia en niños con síndrome de Down favorece su desarrollo
Podemos concluir que la musicoterapia es una herramienta muy completa para favorecer el proceso de desarrollo de los niños con síndrome de Down. Ofrece un espacio terapéutico, no tanto para centrarse en sus necesidades especiales, sino para fomentar sus capacidades. Esto es un gran punto a favor para desarrollar la seguridad.
En segundo lugar, el hecho de que esta terapia suela asociarse a un contexto ameno, incluso lúdico, hace que consiga una elevada implicación de los participantes. Ello facilitará que la musicoterapia puedan aportarles los máximos beneficios posibles.