Una nena de 9 años, Lis, murió en el Hospital de Niños de Zona Norte sólo 24 horas después de haber ingresado a la institución por un cuadro de vómitos y diarrea. La familia de la menor decidió presentar una denuncia por mala praxis; mientras que el director del centro de salud, Eduardo Casim, aseguro que no pueden comprender este trágico desenlace.
La abuela de la nena, Sandra, aseguró que su nieta empezó a sentirse mal el viernes y como seguía así, el sábado fue llevada al hospital por el padre. Según contó a Radio 2, su caso era parecido al de otros chicos que estaban en la guardia y les dijeron que era común para la época.
La pequeña quedó internada, se le realizaron análisis y le pusieron suero. Pasó la noche del sábado acompañada por su padre. El domingo a la mañana llegó Sandra para relevar a su hijo. Cuando vio a la nena le pareció que tenía fiebre, entonces decidió llamar a una enfermera que le dijo que no se preocupara.
Un poco después, Sandra notó que Lis «estaba toda empadada» y comenzó a «hablar cosas sin sentido». Llamó nuevamente a la enfermera y constataron que la nena tenía 39º de fiebre. Ahí le dijeron que le habían dado un antifebril y dejaron algunas gasas mojadas para que se enfriara.
De acuerdo al relato de la abuela, el agua hizo que se mojara la cinta que sostenía la entrada del suero por lo que volvió a llamar a la enfermera. Cuando la fue a cambiar, una médica llegó y le dijo que no pusiera el suero nuevamente, sino que probara hidratarla por boca. Como la toleró, le llevaron gelatina que comió y hasta pudo ir caminando hasta el baño.
Pero cerca del mediodía del domingo, la historia fue otra. «La nena se acostó, se le empezaron a enfriar las piernas. De la cintura para abajo estaba todo congelado, era un hielo. Y de la cintura para arriba eran 40 grados», reveló Sandra.
Solicitó nuevamente la presencia de la enfermera, pero según dijo, «era como que la estaba molestando. Están con el celular, cafecito, matecito». Finalmente, fue a la habitación y quiso tomarle la temperatura con un «broche» en el pie, pero «ya no le marcaba nada». Lo mismo pasó en la mano.
«Ahí se pusieron nerviosos, empezaron a venir médicos y enfermeras. Apareció al doctora y le toma los latidos, le toca la panza, la nena se queja del dolor», contó la abuela. «La sentaron en una camilla y la nena empezó con una taquicardia, cada vez peor», continuó.
Sandra aseguró que le pusieron «cuatro inyectables en cuatro minutos». La nena «empezó a decaer, con la mirada perdida, ahí me sacaron afuera y le empezaron a hacer maniobras para resucitarla».
En ese momento, empezaron a llegar los familiares de la menor y también varios policías. Luego, una enfermera les dijo que la nena estaba «normalizada» y que la iban a trasladar a terapia. A la otra abuela, le informaron que había tenido «dos paros cardíacos» en la guardia.
El director del hospital, Eduardo Casim, también habló con Radio 2 y dijo: «Es difícil explicar el desenlace fatal de este caso». Él manifestó que, de acuerdo a lo que dice la historia clínica, se hizo lo correspondiente a un caso de ese tipo.
A su vez, comentó que no había antecedentes importante y en el que el laboratorio realizado al ingreso no tenía ninguna «alteración significativa, más allá de un aumento de glóbulos blancos, que en este tipo de casos se ve con frecuencia».
«La causa de muerte no la puedo determinar porque la evolución no logra explicar qué fue lo que pasó con esta nena. No tenemos desde el punto de vista médico una explicación», confirmó.
Luego de la denuncia de la familia, se realizó una autopsia en el Instituto Médico Legal. Además, aseveró que toda la información será conservada para que la Justicia pueda realizar la investigación correspondiente.
«No consta que se le haya dado ningún tipo de medicación que haya complicado la evolución del cuadro. Le di las garantías a la familia de que no se va a proteger a nadie», remarcó Casim. Por último, declaró: «Tengo 30 años de pediatra y no logro explicar qué ha pasado acá».