David Bennet el hombre que recibió el trasplante de un corazón de cerdo el pasado 7 de enero murió este martes luego de hasber resistido dos meses después de la cirugía
Luego de varias semanas de buen funcionamiento y sin signos de rechazo, imprevistamente la condición de Bennet comenzó a sufrir un deterioro progresivo.
El Centro Médico de la Universidad de Maryland puntualizó que el paciente recibió “cuidados paliativos compasivos” después de quedar claro que no se recuperaría.
La información emitida por el hospital resalta además que “antes de dar su consentimiento para recibir el trasplante, el señor Bennet fue completamente informado de los riesgos” y beneficios del procedimiento calificado como experimental. “Sé que es un disparo en la oscuridad, pero es mi última opción”, había dicho el paciente quien ingresó al centro médico el pasado mes de octubre
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) tuvo que dar luz verde al singular procedimiento de insertar un órgano animal. “Era morir o hacer este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un disparo en la oscuridad, pero es mi última opción”, dijo Bennet en ese entonces.
Fue la primer cirugía de trasplante de un órgano animal a un humano, que se pudo realizar gracias a los avances obtenidos sobre las herramientas de edición de genes.
Durante mucho tiempo, los órganos de los cerdos han estado en la mira de los científicos al tener cierta similitud con los de las personas.
Este tipo de cirugías comenzaron a experimentarse por la escasez de órganos humanos donados para trasplantes.
Las modificaciones genéticas abren el camino para que este tipo de cirugías sean viables. En el caso particular de David Bennet, el cerdo escogido para su trasplante había sido modificado para eliminar un gen que produce el azúcar que inicia una respuesta inmune en los humanos. Varias empresas biotecnológicas están desarrollando órganos de este tipo de animal para trasplantes como el de la cirugía de Bennet.