Por Andrea Albertano
Educadora enológica, experta en especias y narradora de sabores, Mulongo Binti Simiyu construyó un puente entre tradición y modernidad con su plataforma Mulongo Wine & Spice. Nos conocimos en las redes y en esta nota, comparte su historia, su cocina, su Kenia y su filosofía: dejar que el sabor cuente la historia.
Desde Kenia, Mulongo transforma cada copa y cada plato en un relato. Con un enfoque que combina raíces africanas, viajes, memoria sensorial y aprendizaje digital, esta educadora enológica y especialista en especias, fundó Mulongo Wine & Spice, un espacio donde el vino y los sabores del mundo dialogan en armonía.
Su historia comienza en una cocina iluminada por el fuego y se expande hacia catas virtuales, maridajes inesperados y rescate de ingredientes locales. En esta entrevista en JuAn Delicias Magazine, Mulongo nos lleva de la mano por su infancia entre batatas y cardamomo, sus fusiones culturales navideñas y su mirada hacia el futuro: auténtica, ancestral y con los pies en la tierra.
Su nombre completo es Mulongo Binti Simiyu. Nació en Kenia y es allí donde reside aunque suele viajar a Europa donde se capacita y degusta vinos y platos. Cuando le preguntamos cuál es su rol en el mundo de la gastronomía y los vinos, Mulongo se presenta así: “soy educadora enológica, experta en especias y consultora especializada en aprendizaje digital. Dirijo Mulongo Wine & Spice, una plataforma dedicada a catas virtuales, consultoría vinícola personalizada y a la recopilación de historias de uvas únicas, sabores globales y maridajes de especias”.
Ella recuerda que su pasión por la gastronomía comenzó en su casa. “Al crecer en Kenia, la comida era un lenguaje de amor e identidad, lleno de rituales, comunidad y alegría. Más tarde, mi pasión se profundizó a través de los viajes y los estudios formales de vino, donde descubrí la belleza de regiones menos conocidas y el potencial narrativo de la unión del vino y las especias”.
Respecto a su plato referente de su país, Mulongo recuerda sus raíces: “soy Luhya –Ndr: tribu formada por entre 15 y 20 comunidades distintas que habitan al sur del monte Elgon y la ribera norte del lago Victoria-, del oeste de Kenia. De niña comía mucho Viazi Vitamu, también conocido como batata. Este plato es nutritivo, sabroso y está profundamente arraigado en la cocina casera Luhya”.
Mulongo sostiene que es un plato “sencillo pero conmovedor, no se trata de extravagancia, sino de resiliencia, calidez y la alegría cotidiana de compartir una comida. Me encanta tanto que he creado mi propio puré de batata, con un toque Mulongo”. La cultura luhya tiene música en la que usan tambores, xilófonos y otros instrumentos de percusión. Y también es conocida su gastronomía tradicional, que incluye platos como el matoke (plátanos verdes cocidos), el ugali (gachas de harina de maíz) y el sukuma wiki (un tipo de guiso de verduras). Mulong charló con JDM y esto dijo
-¿Cuál ha sido la experiencia gastronómica más memorable de tu vida?
-Uno de mis recuerdos de infancia es estar en el campo: los pájaros cantando por la mañana y el sonido de las vacas saliendo a pastar. Un desayuno al amanecer en la cálida cocina tradicional iluminada por la chimenea, con chapatis (pan chato) ahumados asados al fuego y chai especiado, mientras el mundo despertaba lentamente a nuestro alrededor. Me recordó que los recuerdos gastronómicos más impactantes no siempre tienen estrellas Michelin; son sensoriales, emocionales y arraigados en el lugar.
-¿Qué tendencias crees que marcarán el futuro de la gastronomía o del vino?
-Un regreso a la autenticidad y a las raíces: narrar historias a través de ingredientes locales, prácticas sostenibles y técnicas ancestrales. En el mundo del vino, creo que el auge de las regiones emergentes, las uvas menos conocidas y las plataformas digitales educativas redefinirán la forma en que las personas conectan con la copa.
-¿Qué lugares imprescindibles del mundo recomendarías para comer o beber?
Tamarind: Es un encantador restaurante con sucursales en Mombasa, en la costa keniana, y en Nairobi. Es el paraíso del marisco para los pescatarianos, y tengo muy buenos recuerdos de él. El Marché des Capucins: Un mercado local en Burdeos donde los lugareños compran comida. Los puestos ofrecen ostras, queso y otras delicias a precios asequibles.
-Si tu historia fuera un plato, un vino o un aroma, ¿cuál sería y por qué?
-Sería un atún con mango especiado, maridado con un vino blanco con piel de una región inesperada: intenso, complejo, soleado y lleno de sorpresas. Dulce y salado a la vez, arraigado en la tradición pero abierto al mundo.
-¿Qué sabor te transporta instantáneamente a tu infancia?
-Cardamomo. Ya sea en té, arroz o mandazis dulces, su cálido perfume es profundamente nostálgico y siempre me hace sentir como en casa.
-¿Qué reunión alrededor de una mesa nunca olvidarás?
-Una comida navideña en familia, donde cada plato provenía de un contexto cultural diferente: suajili, luhya, indio, británico, árabe y portugués. Estas fusiones son lo que hace única la escena culinaria keniana. No fue una experiencia curada, simplemente real: una instantánea viva de la diversidad y generosidad de Kenia.
-Si tuvieras que describir tu filosofía culinaria (o tu oficio) en una sola frase, ¿cuál sería?
-Deja que el sabor cuente la historia: honra su origen e invita a otros a experimentarlo.
-Cuando viajas, ¿qué es lo primero que buscas probar?
-La comida callejera es donde la cultura se desarrolla sin pretensiones. Ya sea pescado a la parrilla en la costa o una copa de vino verde en un mercado local, ahí es donde encuentro el verdadero corazón de un lugar.
Fuente Juan Delicias Magazine

