Recibimos al mes de abril con un poema de Paula Winkler.
Mujer sin brillantes
Un pedazo de pan
vaso de vino tinto
cubiertos sucios
sobre mantel blanco.
Dientes acerados
temblorosa, la garganta
mano desnuda con cicatrices
sobre mesa destartalada.
Silla vacía y un hilo de luz
a través de la ventana:
el fantasma de Deauville
se mete invade
juega a ser hombre
pero su mujer lo mira
con superada inocencia:
en Deauville no hay fantasmas
solo cadáveres.