Luego de cerrar el año agotando entradas en 22 shows, María Becerra prepara su segundo disco, se entusiasma con su primera presentación en un estadio en abril tras convertirse en pleno aislamiento en la cantante argentina más escuchada globalmente y asegura que cantar en vivo «le cambió la vida».
La cantante estará en GEBA el 14 de abril, en lo que será su primer encuentro con el público en un estadio tras una serie de presentaciones en el teatro Gran Rivadavia, donde actuó por primera vez ante sus fans luego de casi dos años imposibilitada de hacerlo por la pandemia.
Además de resultar la cantante argentina más escuchada este año en Spotify a nivel global, la influencer de 21 años ocupó cinco de los diez primeros puestos de reproducciones de videoclips en YouTube en el país, con lo que fue, a su vez, la cantante más vista, con un total de 2,62 mil millones de visitas.
También se presentará el 13 de febrero en el Cosquín Rock y prepara una gira por España en octubre, además de algunos shows en junio en ese país.
-¿Entusiasmada por el recital en GEBA?
-Estoy muy ilusionada, va a ser increíble. Mi primer estadio, no lo puedo creer. Va a haber más color, más personal, va a ser todo mucho más grande. El escenario y el lugar dan muchas más posibilidades; el Gran Rivadavia era hermoso pero más chiquito. Acá va a haber más despliegue.
-Tras tanta espera, ¿qué sentiste cuando finalmente cantaste en vivo?
-La vida te cambia después de hacer un show. Porque para tu público es algo completamente diferente y generás una obsesión con eso, porque te produce tanta felicidad. Es algo tan increíble en tu cuerpo, en tus hormonas. Y se dio de manera abrupta, fue un shock: porque no sabía lo que era hacer un show, el contacto con el público, cantar y que coreen mis canciones. De repente, se abrió todo y salieron 22 shows de una; fue increíble y llevó mucho trabajo. Tuve mucho aprendizaje y etapas por las que pasé. Estoy agradecida de que hayan sido tantos shows. Cada uno me enseñó algo diferente y hasta el último sentí que habían cosas por corregir. Todavía no me alcanza, quiero seguir dando.
-Hubo entonces una evolución entre el primer show y los últimos.
-Sí. En el primero estaba muy nerviosa. Hubo mucha diferencia en cuanto a puesta escénica y mi performance: en los últimos se me ve mucho más confiada y disfrutando, en lugar de tensa o atenta a acordarme de las cosas. Con la práctica que sumé, ya lo hacía relajada.
-Las canciones en el vivo respecto de los temas de estudio tienen variaciones. ¿Cómo surgen esas adaptaciones?
-Lo que me gusta a mí es que en vivo no suene como en el estudio. No me gusta que la gente vaya y escuche lo mismo que escuchan en Spotify. Quiero darles algo completamente nuevo y diferente, súper musical e involucrar todos los instrumentos que se pueda que vayan con la canción. Con bailarinas, que sea una experiencia nueva. Trabajamos con el director musical que se mantenga la esencia pero que también, en lo posible, se desprendan las canciones de sus ritmos originales para poder variarlos. También agregamos vientos en un montón de canciones.
-Después de sacar varios singles, también tuviste recientemente la experiencia de sacar tu primer disco de estudio. ¿Cómo resultó esa experiencia?
-Me encantó. Fue un sueño. Sacar un disco es algo hermoso. Obviamente, no es como tener un hijo, pero creo que es algo similar: una creación tuya, que preparás durante meses, le dedicás tanto tiempo y tanto amor. Una vez que ve la luz, te sentís realizado. Y la gente ya lo tiene para escucharlo y estás expectante a ver qué dicen.
-¿Cómo elegís las colaboraciones para grabar con otros artistas?
-Es un ida y vuelta. Todos los feats que hice se dieron porque a alguien le gustó mi música y me habló por Instagram o a través de mi representante. O por algo que me gustó a mí y mandé mensaje.
-Los traperos son un grupo unido. ¿Se hicieron amigos todos?
-Sí, somos grandes amigos todos. Inevitablemente, por la generación y la edad que tenemos, la gran mayoría hacemos los mismos géneros: reggaetón, trap, experimentando con salsa, bachata, dancehall. Somos un gran grupo de amigos que nos gusta incentivarnos a experimentar con otras cosas, juntarnos a crear y compartir. Somos todos muy jóvenes pero tenemos mucho para ofrecer. Tengo amigos muy talentosos y muy profesionales. Me encanta que a todos nos despierte curiosidad por experimentar con otros géneros, por crecer y relacionarnos con artistas súper consolidados y aprender de ellos.
-¿En qué géneros te sentís más cómoda y qué géneros que aún no probaste te gustaría hacer?
-Me siento muy cómoda en el reggaetón porque es uno de los géneros que más hago y que más fácil se me da hacer, como el dancehall y el afrobeat. Pero me encantaría experimentar mucho más en bachata, que me fascina. Hice una ya y estoy por hacer otra.
-¿Qué escuchabas más de chica que te influyó?
-En el género reggaetonero, J Balbin y Daddy Yankee. En cuanto a lo vocal, me influyeron grandes voces femeninas que marcaron mucho la música, como Amy Winehouse, Whitney Houston, Mariah Carey y Rihanna.
-Una de esas voces te cruzaste este año en Las Vegas cuando te nominaron a los Latin Grammy.
-Sí, Christina Aguilera había estado en el mismo escenario dos segundos antes que yo estuviera cantando homenajeando a Rubén Blades. Y, después de mí, estuvo Marc Anthony. Tengo muchas anécdotas shockeantes que le contaría a mis hijos.
-¿Habrá algún nuevo disco de estudio dando vueltas el año que viene?
-Sí, estoy segura de que va a haber otro disco. Últimamente, estoy muy metida en el estudio haciendo canciones todo el tiempo. Siento que estoy en un proceso tan lindo, cuando estás inspirada de más y te salen canciones y canciones. Espero poder sacarlo el año que viene.