Noticias falsas, logros inexistentes, adelantos de situaciones casi paradisíacas que jamás se darán, son los resultados de acciones realizadas por grupos de trolls en todo el mundo, que buscan de tal forma manipular a las personas. Se trata de convencerlas de que lo pésimo es bueno, la injusticia lo justo, la pobreza un estado normal y hasta que la guerra es un bien necesario.
La estrategia no es nueva, ya la usaba el nazi Goëbbels, famoso por la frase: «Miente, miente que algo siempre queda».
Claro que la atroz mentira hoy está acompañada por ingredientes que la hacen letal: la ignorancia en ciertas sociedades, lograda a través de la mediocre educación, y la irrupción de redes sociales que permiten llevar el mensaje apócrifo hasta los más recónditos lugares.
Ya no hacen falta invasiones armadas para sojuzgar a las naciones, basta con un ejército de trolls, más baratos y más eficaces.
El peligro para los modernos monarcas y virreyes del planeta, son los que piensan, los que no siguen al rebaño
