El beach handball le hace lugar al arbitraje femenino. Lorena Mac Coll, árbitro internacional de este deporte, se convirtió en la primera mujer en dirigir en el continente. De esta manera, a base de mucho esfuerzo y sacrificio, las mujeres continúan avanzando en ámbitos en los que hace no muchos años era difícil posicionarse.
En diálogo con el programa radial Jugada de Memoria, Mac Coll contó su historia: “Empecé con la intención de ser árbitro de indoor, de handball de sala en el 2004, en un deporte por el cual yo me apasionaba y practicaba. Hice la formación de árbitro porque quería saber más del deporte”.
Sin embargo, a través de esa capacitación encontró su pasión y su profesión. “Para fines de 2008, en el primer sudamericano de playa que se hizo en Uruguay, llegó una convocatoria de que había un curso de capacitación, y no lo pensé mucho. Me pagué todos los gastos y ahí realicé mi primera incursión”.
“Desde ahí comencé como árbitro de handball de playa, y la verdad que me sorprendió porque no conocía la disciplina. El debut fue en un torneo oficial, en el Panamericano masculino que se hizo en Mar del Plata, con todo el espectáculo que esto implica. En el torneo era la única mujer entre todos árbitros hombres. En ese entonces, la disciplina no era muy conocida acá en Argentina, o por lo menos no había competencias oficiales, y sólo se jugaba en el Sur un circuito patagónico. Una se terminó enamorando del deporte, y quería pertenecer y ser parte”, ahondó.
En relación a ser la primera mujer en arbitrar en el continente, Mac Coll indicó: “La figura del rol femenino en el arbitraje siempre fue minoría. La perseverancia de mantenerme en la disciplina fue lo que me hizo destacarme, en cierta forma. En el 2011 dejé de ser árbitro de sala y me dediqué de lleno al de playa, con un montón de trabas porque no se conocía mucho”.
La jueza, que además forma a nuevas camadas de árbitros y es docente en el Círculo de Periodistas Deportivos, tuvo que pedir permiso para entrenar con el seleccionado, para poder perfeccionarse, debido a que no había actividad de esta disciplina. Entre ellos se hablaba del reglamento y se practicaban acciones para poder llevarlo adelante. Además, ella fue entrenadora de la Selección femenina de Capital Federal.
La lucha no fue sólo en el arbitraje, sino también en el plano social, con una figura nacional como ejemplo. “La imagen de Eva Perón me inspira sobre la lucha de la mujer. Sobre todas las cosas la sensibilidad social sobre el otro, eso es lo que más me gusta. Es una bandera que llevo adelante, de generar lo mismo en otras mujeres”, afirmó.
Mac Coll integra una agrupación que se llama “Política Deportiva”, que se formó en plena cuarentena, y trata de hacer propuestas en ese aspecto. “Lo importante es querer hacer cambios que transformen”, indicó. De la misma manera, lleva adelante el programa «Beach handball para todos», en el cual se demuestra que la actividad es accesible para cualquiera. “La amistad, el respeto, el cuidado del otro, el beach handball lleva los valores del olimpismo”, aclaró Mac Coll.
Fuente: Página/12