La Ley Nacional de Cuidados Paliativos que asegura prestaciones integrales a los pacientes con patologías degenerativas y el acompañamiento a sus familias, sancionada esta madrugada por la Cámara de Diputados, «va a garantizar que más personas transiten las enfermedades más penosas de la mejor manera posible», aseguraron especialistas. El proyecto fue impulsado por la presidenta de la comisión de Acción Social y Salud Pública, Mónica Fein (Partido Socialista), y el legislador del FdT Daniel Gollan.
«Cuando nos enfermamos seguimos siendo nosotros, pero nuestras capacidades van cambiando y sufrimos. Muchos de estos sufrimientos pueden y deben ser aliviados», dijo a Télam la médica Liliana Rodríguez, directora de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos (Aamycp).
Por este motivo, la flamante ley que obtuvo 218 votos afirmativos y uno negativo en Diputados, «va a garantizar transitar las enfermedades más penosas de la mejor manera posible» al aliviar «al máximo que se pueda el sufrimiento, tanto psicológico como físico, social y espiritual», a través de un marco normativo federal para los cuidados paliativos.
La nueva ley desarrolla una estrategia de atención interdisciplinaria centrada en la persona, que atienda las necesidades físicas, psíquicas, sociales y espirituales de los pacientes que padecen enfermedades amenazantes y/o que son limitantes para la vida.
Ejes fundamentales
«Esta ley tiene tres ejes fundamentales, uno claramente es lo prestacional, ya que la especialidad es multidisciplinaria e involucra médicos, trabajadores sociales, psicólogos, terapeutas, kinesiólogos y todas las disciplinas del equipo de salud», detalló Rodríguez.
Así es como contempla el acceso a las terapias, tanto farmacológicas como no farmacológicas disponibles, basadas en la evidencia científica para la atención paliativa.
Al respecto, la especialista sostuvo que si bien «nuestro país tiene mucha disponibilidad de medicamentos», no toda la población «tiene el acceso a ellos», motivo que no tendría que ver «con tener más o menos dinero, sino que todos tenemos que tener acceso al alivio del sufrimiento de los síntomas».
Otro punto fundamental de la ley es la promoción de la formación profesional de grado y posgrado, la educación continua y la investigación en cuidados paliativos, para que «en cualquier punto del país en que se encuentren las personas sufrientes puedan ser atendidas y no tengan que trasladarse a las grandes ciudades para el alivio de síntomas», agregó Rodríguez.
En tanto, Silvina Dulitzky, psicóloga miembro de Aamycp, destacó en diálogo con Télam la importancia de la ley que implica una «garantía de derechos en la accesibilidad a una asistencia específica y de calidad de cuidados paliativos», al tiempo que permite «mejorar la accesibilidad a las medicaciones y prestaciones», que tienen estos cuidados.
Asimismo, la ley garantiza la constitución de equipos interdisciplinarios de profesionales y el apoyo a los equipos que ya están formados, lo que incluye «mejoras en el organigrama dentro de los hospitales y el acceso a las diferentes disciplinas a poder practicar esta actividad de forma más adecuada», valoró Dulitzky.
Para la profesional, si se considera la actual situación de «fragmentación» de los cuidados paliativos en el sistema de salud, la normativa permite una mejora en «la asistencia y la gestión de calidad para ese paciente, sin necesidad de ir cambiando de equipos».
Aspecto social
En cuanto a los aspectos sociales, quien padece enfermedades terminales «deja de ser un excluido social para pasar a ser parte del entramado social, y una sociedad que tiene cuidados paliativos es una sociedad mucho mas democrática, justa y equitativa», añadió.
Por su parte, Mariana Jacobs, psicóloga y voluntaria de la residencia de cuidados paliativos Hospice Kamalaya, dijo a Télam que la nueva ley es «una alegría inmensa» que «cambiará la historia para las generaciones que siguen».
«Mejora la vida de los pacientes en el sentido que se les brinda la posibilidad de reclamar el respeto por sus derechos, de acceder a un cuidado de calidad y de contar con profesionales idóneos que los acompañen de modo eficiente y compasivo a la multiplicidad de necesidades que se presentan en este momento de la vida», detalló.
Desde el punto de vista mental, «la ley contempla el acompañamiento psicológico permanente del paciente y la familia, lo cual es clave», sostuvo Jacobs.
«La norma pone énfasis en el respeto a la voluntad del paciente, para ser reconocido, visto y valorado como sujeto de derechos. Y también se valora la unidad paciente-familia, que es el sostén del paciente y debe ser considerada con la importancia que merece», al incluir contención para los seres queridos de las personas sufrientes, explicó Jacobs.
En definitiva, la ley posibilita «más equipos, mayor formación, capacitación y que haya más instituciones trabajando en red; eso genera una mejor atención a los pacientes y sus familias», completó.
En paralelo, Diputados también sancionó esta madrugada la ley de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos, que regula la venta de los antibióticos al establecer que «todas las especialidades medicinales cuyo ingrediente farmacéutico activo (IFA) tenga actividad antimicrobiana sistémica debe ser la de ‘venta bajo receta archivada'».
El proyecto, que fue impulsado por la presidenta de la comisión de Acción Social y Salud Pública, Mónica Fein (Partido Socialista), y el legislador del FdT Daniel Gollan, crea el Plan Nacional de Acción para la Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos y las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud.