Feliz cumpleaños

La talentosa y premiada actriz española Ángela Molina festeja sus 67 años

Ángela Molina Tejedor nació en  Madrid, 3 de octubre de 1955, es una actriz española perteneciente a una conocida dinastía de artistas. Sus comienzos cinematográficos, que incluyen trabajos para Luis Buñuel y Manuel Gutiérrez Aragón, la convierten en una de las actrices más representativas de la Transición española. Rueda también en Italia, Francia e Hispanoamérica, superando el centenar de películas y atesorando premios como el David de Donatello de la Academia italiana y la Concha de Plata del Festival de San Sebastián. Tiene cinco nominaciones a los Premios Goya y en 2021 se le otorgó el Goya de Honor. Le concedieron el Premio Nacional de Cinematografía en 2016.

Estudia ballet clásico, danza española y Arte Dramático en la Escuela Superior de Madrid. Trabaja en el circo en Francia y se diploma como profesora de baile clásico español antes de aparecer en su primera película, No matarás (César F. Ardavín, 1974), a raíz de un reportaje fotográfico publicado en la revista Fotogramas. A punto de cumplir diecinueve años, su dedicación al cine es absoluta en lo sucesivo. Llegada la Transición, trata de desvincularse del auge comercial del destape y enfoca su carrera hacia producciones que reúnan cierta calidad y compromiso, a menudo de temática social, política o histórica, motivada por el pensamiento que acompaña cada guion.4

En 1976 rechaza protagonizar Cambio de sexo, de Vicente Arana, mientras asume papeles relevantes en La ciudad quemada, de Antoni Ribas y en Las largas vacaciones del 36, de Jaime Camino. Un año antes es propuesta para el papel que interpreta Alicia Sánchez en Furtivos, de José Luis Borau, con quien más tarde trabaja en La Sabina (1979).

Luis Buñuel la elige en 1977 para protagonizar, junto a Fernando Rey, Ese oscuro objeto del deseo, película que le proporciona renombre internacional y le abre las puertas de la cinematografía europea. En ella comparte personaje con la actriz francesa Carole Bouquet y exhibe un temperamento vivo y enigmático, que luego trata de combinar con su aspecto dulce y suave. Buñuel afirma de ella que posee «el rostro de una virgen pagana», afianzando así el mito de mujer instintiva y pasional que conserva en su mirada cierto primitivismo.6

En la década de 1980 se convierte en rostro habitual de la gran pantalla, reafirma su presencia en España y la amplía en Francia e Italia, con incursiones en el cine alemán y norteamericano. Habla varios idiomas, por lo que a menudo no necesita ser doblada. ​​

Prueba suerte en el mundo de la canción: publica el disco Con las defensas rotas y canta Muertos de amor a dúo con Georges Moustaki. Sin embargo, es en las dos entregas de Las cosas del querer (Jaime Chávarri, 1989 y 1995), donde desarrolla con éxito su faceta musical, dando vida a un personaje muy querido en su carrera. Poco antes rueda Esquilache, que protagoniza Fernando Fernán Gómez para Josefina Molina.

Considerada una de las actrices españolas mejor pagadas junto a Ana Belén y Victoria Abril, espacia sus trabajos nacionales a partir de 1990, coincidiendo con su negativa a protagonizar la versión de Bigas Luna de Las edades de Lulú por lo escabroso de algunas escenas.

Tarda en darle el sí a Pedro Almodóvar y lo hace para su película Carne trémula (1997), un trabajo que no se aleja del todo de la chica sensual de sus comienzos, pero la aproxima ya a la mujer madura, marcada por las huellas de la vida, que representa más adelante. Consigue así su cuarto Fotogramas de Plata y logra una cuarta candidatura al Goya.

Ángela Molina tiene cinco hijos, tres nacidos de su primera unión con el fotógrafo y realizador francés Hervé Tirmarche: Olivia (1980), Mateo (1982) y Samuel (1987); y dos, Antonio (1995) y María Isabel (2003) con su actual marido, el empresario ibicenco de origen canadiense Leo Blakstad. En 2012 nace su primera nieta, hija de Olivia y el actor Sergio Mur.