Por Gonzalo Santamaría
Martín jugaba en la colonia de vacaciones en el Parque Alem, se chocó con un caño que había en el predio y el impacto le causó un traumatismo cerrado en el abdomen. A consecuencia de ello se le generó un pseudo aneurisma, lo cual era extremadamente riesgoso para el menor de 12 años. Luego de estudios se determinó que deberían colocarle un catéter por la ingle y así llegar hasta el lugar donde se encontraba el inconveniente para poder ponerle un producto sintético para evitar una posible ruptura del hígado.
CLG dialogó con uno de los cirujanos que participaron del proceso, Horacio Bonavía, que sin dudarlo afirmó: “Esto es un triunfo de la salud pública y del equipo de médicos”.
El médico rápidamente explicó: “Acá intervino el Hospital de Niños de Zona Norte que lo atendió, lo puso en terapia intensiva y fue visto por todo el equipo médico; el procedimiento se hizo en el Hospital Centenario, y fue realizado por el profesional Aníbal Gentiletti, del Víctor J. Vilela, fue una tarea en conjunto de todos los médicos de la salud pública rosarina”.
A partir de allí comenzó a explicar el procedimiento en forma detallada: “Se realiza a través de la arteria femoral, para ir a ocluir al vaso que nutre a un pseudo aneurisma, que es como tener una pequeña bomba de tiempo en el hígado, que puede explotar en cualquier momento”.
Este procedimiento es la primera vez que se realiza en Rosario y en la provincia a nivel pediátrico y se produjo luego de extensos estudios al joven de 12 años.
Martín llegó el 3 de enero luego de chocarse con un caño en el predio del Parque Alem. Esto le provocó una lesión hepática muy importante. Fue internado en terapia intensiva y, tomografías computadas mediante, mejoró y fue pasado a una sala de internación común.
En la segunda tomografía que se realizó para un control, se detectó el psuedo aneurisma. “Se le hizo una angiografía y se puso todo en marcha para conseguir el material que tiene que ser muy pequeño, si bien tiene 12 años, tiene que ser más chico que un adulto”, explicó Bonavía.
Esto, contó Bonavía, se logró de manera inmediata gracias al aporte de una empresa rosarina y al doctor Gentiletti. “La evolución fue muy buena, desapareció completamente la lesión, este martes se fue a su casa”, aseguró el cirujano.
“Este es un proceso que se hace habitualmente y se hizo lo que dice la biblioteca científica mundial”, añadió Horacio y completó que el menor sólo tendrá restricciones para hacer actividades físicas que requieran mayor esfuerzo. Y esgrimió: “No tendrá una dieta especial, sólo cuidarse para que termine de cicatrizar”.
Por último, Bonavía aseveró ante CLG que Martín “se salvó de una cirugía que hubiera requerido la extirpación de la mitad del hígado porque pudimos hacer este procedimiento”.