Por Laura de Grado
La resistencia, la lucha y la diversidad del pueblo palestino llenan las paredes de Casa Árabe con Voces propias, grito colectivo, una exposición de cómic que reúne a diez artistas de Palestina para ofrecer una mirada personal a una historia sistemáticamente deshumanizada y silenciada y mostrar cómo la injusticia ha moldeado y sigue moldeando sus vidas.
Organizada como parte del programa Cultura para la paz. España-Palestina, la exposición, que podrá visitarse en Madrid hasta el 18 de mayo, busca alejarse de los discursos coloniales y deshumanizadores que pesan sobre Palestina para ofrecer una narrativa compleja, emocional y profundamente humana.
Las obras han sido seleccionadas y comisariadas por el presidente de la Fundación Al Fanar, Pedro Rojo, y el ilustrador Mohammad Sabaaneh, también participante en la muestra. Completan el elenco de artistas Leila Abdelrazaq, Iasmin Omar Ata, Sara Shehadeh, Hassan Manasrah, Hamza AbuAyyash, Khaled Jarrada, Shahd Alshamali, Dania Omari y Samir Harb.
La ocupación afecta a cada persona de manera diferente, y eso se refleja en la variedad de arte que creamos. Los detalles son interminables, pero son precisamente esos detalles los que ayudan a la gente a entender cuán profundamente la injusticia puede moldear la vida cotidiana de alguien», explica a Efeminista la ilustradora y arquitecta Dania Omari.
Su obra, en blanco y negro —una elección estética que ella defiende por su fuerza evocadora—, retrata una infancia bajo la constante vigilancia de la ocupación: una niña que va a la escuela, que atraviesa checkpoints y que crece entre tensiones.
«Cada palestino tiene una experiencia diferente, con un resultado distinto, y no puedo hablar por nadie más. Por eso me concentro en la historia de Dania», afirma. Aunque algunas escenas sean ficticias, asegura que muchas están inspiradas en sus propios recuerdos. «Me baso mucho en la memoria», subraya.
Iasmin Omar Ata, artista no binarie y desarrolladore de videojuegos, comparte esa voluntad de mostrar la pluralidad de lo palestino. «Espero que el público vea en nosotros individuos, no solo una tragedia colectiva», afirma a Efeminista.
Su trabajo articula una narrativa queer-palestina poco frecuente en los relatos tradicionales sobre la región. «Una vez que dejé de disculparme por quién soy, encontré fuerza para contar historias sobre mi experiencia vivida como palestina y para incluir personajes no binarios constantemente, no solo en el trabajo sobre Palestina, sino en todo mi trabajo», señala le autore del cómic Nayra y el Djinn (Astronave)
Además de testimonio, el arte también puede ser una propuesta de futuro. Iasmin Omar Ata, ganadore del Premio Ignatz y finalista del Excellence In Graphic Literature Award, lo tiene claro.
«Mi trabajo habla sobre el futuro de Palestina, lo cual creo que muchos no palestinos no consideran realmente. Se habla de Palestina como algo efímero, como si estuviera condenada a desaparecer. Así que, a mi manera, intento desafiar eso presentando historias que insisten en que Palestina existirá, no solo más allá de mañana, sino mucho más allá», afirma.
Ata considera que el arte tiene una capacidad única para conmover, incomodar y activar conciencias. «La gente se ha desensibilizado con lo que ve en las noticias. Pero el arte puede ser confrontativo de una manera diferente, que el espectador no pueda olvidar», dice.
«La narración visual nos permite, como personas palestinas, expresarnos libremente y hacer que nuestras voces lleguen al mundo«, afirma. «Si a eso le sumamos las posibilidades únicas del cómic —un medio accesible, con infinitas formas de expresión—, tenemos en nuestras manos el poder de encender la chispa del cambio hacia un futuro mejor».
«Mi esperanza es que la gente vea esta exposición y recuerde que Palestina es muy, muy real, y aprenda que la experiencia palestina y nuestras identidades son más profundas y matizadas de lo que generalmente se representa. Espero que el público sienta algo en su corazón que les llame a la acción», añade.
Esta exposición es un proyecto ideado por el Salón de Cómic de Valencia y la Fundación Al Fanar en colaboración con la Fundación Finestres. Asimismo, cuenta con el apoyo de la Cátedra de Estudios del Cómic SM-UV, IEMed, Casa Mediterráneo y Casa Árabe. Después de su paso por Madrid, seguirá itinerando a otras ciudades.
Fuente EFE (efeminismo.com)
Portada Vista de la exposición de cómic ‘Voces propias, grito colectivo’, en Casa Árabe. Foto: EFE/Laura de Grado