La cantante salteña La Negra Chagra, quien desde la década del 80 viene transitando un camino propio en la música argentina, presentó el jueves por la noche en La Trastienda su nuevo disco «Canciones por su nombre», en el que expande el concepto de su álbum anterior «Con nombre propio» (2016), en el que cada tema cuenta una historia, evocando con sensibilidad a artistas como el «Chuchi» Leguizamón, Chavela Vargas o Sixto Palavecino.
«Es como una aventura volver a cantar y compartir las canciones con el público; una extraña sensación de alegría y de no poder creer que llegó el momento que tanto esperábamos y creíamos que no iba a llegar nunca. Estoy feliz», expresó a Télam la intérprete, quien el año que viene tiene prevista una serie de presentaciones, especialmente una gira en abril por Córdoba, Tucumán, Salta y Jujuy.
«Es como una aventura volver a cantar y compartir las canciones con el público; una extraña sensación de alegría y de no poder creer que llegó el momento que tanto esperábamos y creíamos que no iba a llegar nunca»
Custodiada por Leonel Iglesias en guitarra, Adriana Leguizamón en acordeón, y Hernán Islas en percusión, Chagra cautivó al público en la sala del barrio porteño de Monserrat interpretando bellas piezas como «Pal amigo» y «La rosa perenne», de Raúl Carnota, y «Zamba soltera», de Gustavo «Cuchi» Leguizamón, entre muchos otros.
Los músicos Valentín Chocobar en charango y vientos, Hugo Bustelo, Valeria Chagra, César Nadra y Julia Moro en voces, aportaron colores y se sumaron a un sutil entramado musical que acompañó la cálida voz de contralto de la cantora, quien aborda historias de personajes con sus oficios, soledades, pobrezas y carnavales.
Artísticamente muy cercana a Leguizamón, María Elena «La Negra» Chagra debutó profesionalmente en los 80 y desde entonces actuó y grabó junto a Dino Saluzzi, Oscar Cardozo Ocampo, Chavela Vargas, Jaime Torres y Minino Garay.
Alternando su labor solista y su participación en grupos, editó cinco discos propios, también uno con el conjunto Allaquí.
Télam:¿Cómo fue surgiendo el repertorio de este trabajo?
La Negra Chagra; El año pasado charlábamos con Leonel Iglesias (guitarrista y arreglador de todos los temas), sobre qué hacer «mientras tanto» y decidimos trabajar en este nuevo disco continuando con el mismo concepto del anterior «Con nombre propio» (2016), del que habían quedado muchos temas afuera. Así en «Canciones por su nombre» cada canción cuenta una historia: la del imaginero Inocencio Rosales o el carrero Jacinto, el cachapecero, por ejemplo. También quise recordar y celebrar a artistas que tanta belleza y alegría aportaron a nuestras vidas como el «Cuchi» Leguizamón, Don Sixto Palavecino, Manuel J. Castilla, ellos que tanto le cantaron a nuestro paisaje y a los trabajadores de nuestra tierra, a Chavela Vargas, una artista inmensa y una amiga muy querida. Grabé «Doña Chavela», este tema de Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez, porque era una manera de traerla con una canción y así exorcizar la tristeza que viene cuando se extraña a una amiga.
T: ¿Cómo describirías el trabajo en conjunto con los músicos?
LNC: En el momento en que no se podía salir fuimos charlando y eligiendo los temas por teléfono. Leonel me mandaba una base con la música y yo iba cantándolos en mi casa. Escribió los arreglos y se los mandó a Hernán Islas, que toca percusión, y a Adriana Leguizamón, acordeonista y pianista, quien también puso su impronta en los arreglos. Además de ser personas geniales, son muy talentosas. Los cuatro tocamos juntos desde hace un montón de tiempo y nos entendemos muy bien.
T: Se escucha en tu voz una calidad interpretativa que emociona, sin necesidad de alzar la voz en ningún momento.
LNC: La verdad es que me siento muy bien, soy una agradecida de la vida porque me ha dado mucho y me sigue dando, hago lo que me gusta, vamos superando esta pandemia, ¿qué más?
T; ¿Cuál es el rasgo que caracteriza a este trabajo en particular?
LNC: Siempre que hago un disco nace de un concepto y giro alrededor de él, te podría decir que eso caracteriza a todos: la presencia de las voces de los autores, los nombres propios. Siento que este es un trabajo más maduro y que me gustó un poquito más
Fotos: Osvaldo Fantón