El reconocido actor argentino Oscar Martínez, (74 años) radicado en España, durante una de sus últimas visitas a Argentina dio su opinión, en el.programa de TV de Fabian Doman, sobre la realidad actual del país: incuestionable
“Hace tres años y medio que me instalé definitivamente en Madrid. He venido, por supuesto, a visitar a mis afectos, a mis amigos, a mis hijos, a mis nietos. Extrañaba ese país, en el que uno se crió, en el que uno se formó, en el que uno vivió. Que, más allá que siempre careció de calidad institucional, porque vivíamos de golpe de estado en golpe de estado, era un país extraordinario”, dijo.
Y siguió: “Teníamos movilidad social ascendente, una esfera pública modelo a nivel mundial, vino Einstein en el 57 a estudiar el fenómeno educacional argentino, teníamos una salud pública de una calidad superior, estábamos entre los cinco países con más ingreso per cápita del mundo. En términos históricos estamos hablando de antes de ayer”.
“El índice de pobreza cuando llega Alfonsín en el ’83 era del 5% y era una pobreza que no era indigencia, no era marginalidad. No había la descomposición social que se fue produciendo después. Y hoy tenemos casi un 60% de pobreza. Una pobreza vergonzante, lastimosa, hay hambre. El nivel cultural general ha bajado estrepitosamente. No hay un solo índice que tomes que no estemos peor”, sostivo Martínez.
“Es muy doloroso, muy penoso. Yo empecé a formarme en la década del ’60 y tengo testimonios de colegas que venían de Europa y quedaban estupefactos y maravillados con lo que era Buenos Aires, el nivel cultural y con lo que era el país en general”.
Y prosiguió: “Evidentemente hemos hecho las cosas muy mal. Ni hablar de la política, muchos de los cuales siguen hablando y pontificando, y uno dice ‘pero si este señor o señora formó parte de este gobierno o de este otro’. Estuvieron siempre y nadie se hace cargo”.
Y fue contundente: “Y la sociedad tampoco, hemos elegido mal, no hemos tomado nota de que se nos estaba llenando el barco de agua y que íbamos a naufragar. Y llegamos a una situación muy extrema y muy triste. Me estremece el grado de confrontación salvaje, la descalificación brutal, la violencia con la que se atacan dirigentes de distintos sectores. En los países que están mejor, las políticas de estado son innegociables. ¿Por qué no se puede lograr un acuerdo sobre cinco cuestiones básicas?».
Imcuestionable