Por Marisa Plano
La Educación es la herramienta de transformación social ya que es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimiento y saberes; la educación enriquece la cultura, el espíritu,los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.
Tengamos presente que es necesario en todos los sentidos para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico, para nivelar las desigualdades económicas y sociales, para propiciar la movilidad social de las personas, para acceder a mejorar niveles de empleo, para elevar las condiciones culturales de la población, para ampliar las oportunidades de vida fortaleciendo los valores, el avance democrático, la existencia del Estado de Derecho, el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Todo lo planteado nos alienta a preparar ciudadanas y ciudadanos capaces de convivir en sociedades marcadas por la diversidad, capacitándolos para incorporar las diferencias de manera que contribuyan a la integración y solidaridad , así como para enfrentar la fragmentación y segmentación que amenazan a muchas sociedades en la actualidad.
Esto conlleva a destacar a la escuela como el motor que debe desarrollar la capacidad para respetar las singularidades y enriquecerse con las diferencias.
Es decir, la educación necesita ofrecer los mecanismos justos para que las personas aprendan a aprender, a hacer , a vivir en sociedad, y sean capaces de exigir más de sí mismo siendo conscientes de sus capacidades y limitaciones.
Marisa Plano
Lic. en Ciencias de la Educación