La depresión en niños y adolescentes es posible y hay que atenderla


 

Los niños y adolescentes también pueden tener depresión siendo sus principales síntomas que el niño esté cansado, irritable, triste, no rinda en el colegio o muestre que se siente inútil.

La doctora Berta Cejas, psiquiatra del Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona, precisa que la depresión es el “trastorno del ánimo más prevalente en niños y adolescentes”, constituyendo un “importante problema de salud pública” y siendo la principal causa de discapacidad por enfermedad a nivel mundial entre los 10 y los 24 años.

“Constituye un factor de riesgo de suicidio en adolescentes, uno de los principales motivos de muerte en este grupo de edad. De hecho, es la tercera causa de muerte, a su vez, en jóvenes entre 10 y 24 años, según datos de la AEP, y su incidencia está aumentando”, advierte.

A nivel clínico, se manifiestan cambios en el humor, en el pensamiento y en la actividad que conllevan un impacto negativo en el funcionamiento del niño o adolescente, siendo los más característicos:

• Síntomas afectivos: Irritabilidad, puede sustituir o acompañar a la tristeza, tristeza o sentimientos de vacío, pérdida de interés y de disfrute con las actividades, aislamiento, ansiedad.
• Síntomas cognitivos: Dificultad de concentración, olvidos y despistes, rumiaciones negativas, baja autoestima, ideas de muerte o de suicidio, pensamientos delirantes.
• Síntomas físicos: Inquietud o agitación, cansancio, alteraciones del sueño y del apetito, múltiples somatizaciones inespecíficas, como dolor abdominal o cefaleas.

En cuanto a su posible etiología, la doctora Cejas resalta que es multifactorial, basada en el modelo diátesis-estrés: “Esto quiere decir que la depresión en niños se desarrolla con más facilidad en aquellos con mayor susceptibilidad o predisposición biológica y que estén expuestos a ciertos factores ambientales”.

A grandes rasgos, determina esta psiquiatra, se pueden destacar como principales causas de depresión:

 Genéticos: heredabilidad por parte de antecedentes familiares.
◦ Neurobiológicos: hipótesis monoaminérgica donde habría alteraciones en una o más monoaminas (serotonina, dopamina, noradrenalina).
◦ Neuroendrocrinos: el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal y el eje hipotálamo-hipofisario-tiroideo.

 Psicológicos: duelo, pérdidas, maltrato, traumas…
◦ Familiares: abuso, negligencia, estilos de crianza negativos, problemática relacional intrafamiliar…
◦ Sociales: acoso escolar, niños institucionalizados, adoptados…

Con ello, y a la hora de afrontar esta enfermedad, la experta del Hospital Universitari Sagrat Cor ve importante acudir a un especialista ante la duda de que nuestro pequeño pueda padecer una depresión, ya que la identificación temprana y un tratamiento eficaz pueden reducir el impacto negativo.

Pero, además, considera necesario un manejo adecuado de la situación en el ámbito del niño, para lo que aporta una serie de consejos que pueden ayudar a las familias a la hora de salir adelante ante una depresión infantil:

  1. Indagar en las causas de la depresión.
  2. Prestar atención a su autoestima.
  3. Establecer y mantener rutinas.
  4. Evitar que el pequeño tenga estrés.
  5. Comprobar que no se sienta culpable por cosas que no dependen de él.
  6. Mostrarle cariño y amor, ya que necesita un ambiente familiar seguro.
  7. Compartir actividades con él.
  8. Tratar la depresión con naturalidad.

Fuente EFE Salud