Se destacó como primer bailarina del ballet estable del teatro Colón y a los 41 años falleció, trágicamente, en un accidente aéreo.
Nacida el 28 de junio de 1930, ésta magnífica bailarina comenzó sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico, y posteriormente en la Escuela de Baile del Teatro Colón. Dueña de excepcionales condiciones para la danza se convirtió en la primera bailarina del cuerpo estable del teatro Colón y fue considerada una estrella tanto por reconocidos coreógrafos como también por amantes del ballet tanto en el ámbito local como internacional. También realizó actuaciones con el ballet de Rio de Janeiro y con este prestigioso cuerpo de baile realizó una gira por Europa donde además de espectáculos en teatros muy importantes se presentó, también, en televisión. Hecho que la hizo muy conocida en el mundo de la danza. En el rol de primer bailarina del Colón su éxito fue notable y también se presentó en distintas ciudades del mundo representando al país.
En el año 1967 tiene la gran oportunidad de aportar a su carrera más prestigio acompañando a la famosa pareja de baile que formaban Margot Fonteyn de origen británico y Rudolf Nuréyev nacido en la Unión Soviética, en el ballet Giselle. En el año 1968, se destaca en el Festival Mundial de la Danza de París y obtiene el premio como mejor bailarina argentina que otorgaba la revista especializada “Opus”.
En el año 1971, Nuréyev que era considerado como una de las máximas figuras mundiales del ballet, la elige para compartir con ella en el teatro Colón el papel principal en la obra de Tchaikowsky, “Cascanueces”. Después de esta presentación realizó también varias apariciones por televisión tanto junto a Rudolf Nuréyev y a José Neglia quien fue su compañero de baile del Colón y con quien trabajó para lograr que la danza clásica se difundiera más y llegara a sectores más populares. En octubre del año 1971, por razones artísticas, la pareja de baile Fontenla-Neglia, emprenden un viaje hacia Trelew (provincia de Chubut) para presentarse en el teatro Español de dicha localidad, junto a los demás integrantes del ballet estable del Colón y la aeronave que los trasladaba por un desperfecto en uno de sus motores cayó precipitadamente al Río de la Plata. Fallecieron todos los ocupantes del avión.
Este lamentable hecho acaecido el 10 de octubre de 1971, da lugar a que esa fecha se instituya en nuestro país para conmemorar el día Nacional de la danza.
Homenaje en Plaza Lavalle
En esta tradicional plaza de la Capital Federal se encuentra un monumento realizado por Carlos de la Cárvora, denominado “Homenaje al Ballet Nacional” y que es una ofrenda a todos los bailarines que murieron aquel trágico 10 de octubre. En las cercanias del teatro Colón y a escasos metros de la clásica esquina de Tucumán y Libertad está la “Fuente de los bailarines”, la escultura representa a Norma Fontenla y José Neglia pero es a su vez un lugar de recuerdo de todos los mártires de esa tragedia que provocó tanto dolor en la cultura argentina. En la construcción de la fuente decorativa acompañó a Cárcova el arquitecto Ezequiel Cerrato.