El ejército de Israel declaró ayer viernes que Ciudad de Gaza es una «zona de combate peligrosa», antes de lanzar una ofensiva para tomar la localidad más poblada del territorio palestino, asolado por casi dos años de guerra.
Israel enfrenta una creciente presión interna y del exterior para terminar con la guerra en la Franja de Gaza, donde la mayoría de la población ha sido desplazada al menos una vez durante el conflicto, que ha dejado más de 63.000 muertos.
El ejército israelí no da señales de que vaya a suspender sus planes de tomar Ciudad de Gaza, y su portavoz en árabe afirmó que las tropas no esperarán.
«A partir de hoy (…) la pausa táctica local en la actividad militar no se aplicará a la zona de Ciudad de Gaza, que constituye una zona de combate peligrosa», indicó un comunicado militar.
Esa «pausa táctica local» diaria había sido anunciada a finales de julio para Ciudad de Gaza, la mayor urbe de la Franja de Gaza, y otras zonas del territorio palestino con el fin, según el ejército, de «permitir el paso seguro de los convoyes de la ONU» y de oenegés humanitarias.
El canciller de España, José Manuel Albares, planea presentar en una reunión de ministros de Exteriores de la Unión Europea, en Copenhague, un proyecto para detener la guerra en la Franja de Gaza, que incluye combatir la hambruna en el enclave palestino y la ampliación de sanciones contra Israel.
«Tenemos que hacer todo lo posible para parar esta guerra. Por eso voy a proponer a la UE un plan para romper esa hambruna inducida por Israel, que está poniendo en peligro la vida de miles de gazatíes, incluidos niños, niñas, bebés», afirmó en un video publicado este viernes en su cuenta de X.