Hoy están de moda los suplementos alimentarios y los efectos «milagrosos» que algunos sostienen que poseen pero ¡cuidado! no es recomendable ingerirlos sin el previo consejo médico.
Ahora, un estudio en proceso dice que la taurina (que ya se vende como suplemento) «podría» alargar la vida.
El déficit de taurina, un nutriente producido en el organismo y presente en muchos alimentos puede potenciar el envejecimiento, según un estudio en gusanos, ratones y monos. El mismo estudio constata que la ingesta de suplementos de este aminoácido podría favorecer una vida más larga y saludable.
El trabajo, publicado en Science, está liderado por investigadores de la Universidad de Columbia y, aunque importante, queda mucha investigación para trasladarlo a humanos. «Solo un ensayo clínico aleatorizado en personas determinará si la taurina tiene realmente beneficios para la salud», confirma Vijay Yadav, director del estudio.
Así, aunque los investigadores afirman que la taurina puede ser un «elixir de la vida», aseguran que aún no se ha comprobado su eficacia en las personas. Por ello, el equipo recomienda no comprar pastillas de taurina o excederse con bebidas energéticas con taurina para intentar vivir más tiempo.
Yadav descubrió el papel de la taurina en la formación de los huesos durante sus investigaciones previas sobre la osteoporosis. Al mismo tiempo, otros científicos comprobaron que sus niveles estaban relacionados con la función inmunitaria, la obesidad y el sistema nervioso.
«Nos dimos cuenta de que si la taurina regula todos estos procesos que disminuyen con la edad, quizá sus niveles en el torrente sanguíneo afecten a la salud general y a la esperanza de vida», afirma Yadav.
La taurina –un micronutriente semiesencial– es uno de los aminoácidos más abundantes en los animales. Se encuentra de forma natural en carne, pescado o productos lácteos y también está disponible como suplemento alimentario.
Una de las cosas que analizó el equipo fueron los niveles de taurina en el torrente sanguíneo de ratones, monos y personas, y descubrió que su abundancia disminuye sustancialmente con la edad. En los humanos, los niveles de taurina en individuos de 60 años eran solo un tercio de los encontrados en niños de 5 años.
Los investigadores empezaron sus experimentos con cerca de 250 ratones hembras y machos de 14 meses (unos 45 años en términos humanos). Cada día, alimentaban a la mitad con un bolo de taurina o una solución de control, informa un comunicado del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia.
El equipo observó que la taurina aumentaba la esperanza media de vida un 12 % en las hembras y un 10 % en los machos. Eso significaba de tres a cuatro meses más, equivalentes a unos siete u ocho años humanos.
Para saber cómo repercutía en la salud, los expertos midieron diversos parámetros en ratones y descubrieron que a los 2 años (60 en años humanos) los animales suplementados durante un año estaban más sanos en casi todos los aspectos que sus homólogos no tratados.
Descubrieron que la taurina suprimía el aumento de peso asociado a la edad en ratones hembra (incluso con menopausia), aumentaba el gasto energético, incrementaba la masa ósea y mejoraba la resistencia y fuerza muscular, entre otros beneficios.
A nivel celular, mejoró funciones que suelen declinar con la edad. Por ejemplo, el suplemento redujo el número de «células zombis» (células viejas que deberían morir pero que persisten y liberan sustancias nocivas), incrementó el número de células madre presentes en algunos tejidos y disminuyó los daños en el ADN.
Se observaron efectos similares en monos rhesus de mediana edad tratados durante seis meses con taurina.
Los investigadores aún no saben si estos suplementos mejorarán la salud o aumentarán la longevidad en humanos, pero dos experimentos sugieren que tiene potencial.
En el primero, analizaron la relación entre los niveles de taurina y unos 50 parámetros de salud en 12 000 adultos europeos mayores de 60 años.
En general, aquellos con mayores niveles de taurina estaban más sanos, con menos casos de diabetes de tipo 2, menores niveles de obesidad, menor hipertensión y niveles más bajos de inflamación.
«Se trata de asociaciones que no establecen causalidad», admite Yadav, «pero los resultados son coherentes con la posibilidad de que la deficiencia de taurina contribuya al envejecimiento humano».
El segundo estudio probó si la taurina responderían al ejercicio. Se midieron sus niveles antes y después de que una variedad de atletas masculinos e individuos sedentarios terminaran un entrenamiento de ciclismo, y se vio un aumento significativo del aminoácido en todos.
Este estudio «sugiere que la taurina podría ser un elixir de vida (…) que nos ayude a vivir más tiempo y más saludable», concluye Yadav, quien insiste en que todavía son necesarios ensayos clínicos en humanos.
En un artículo de opinión que acompaña este estudio, Joseph McGaunn y Joseph A. Baur, de la Universidad de Pensilvania, recuerdan que, como sucede con cualquier intervención, el suplemento de taurina para mejorar la salud y longevidad humanas debe abordarse con precaución.
«El potencial de riesgos aún merece consideración, porque faltan ensayos de seguridad en humanos a largo plazo y las dosis equivalentes utilizadas en este estudio serían muy elevadas en personas».
Fuente DW