Cuando se pronuncia el nombre Hedy Lamarr, se recuerda la película Sansón y Dalila de la que fue protagonista. Esta mujer nació en Viena en 1914 y falleció en Florida en el 2000. Después renunció a otras grandes producciones como Casablanca o Luz de Gas, que darían la oportunidad a otra gran artista, Ingrid Bergman.
En el caso de Lamarr uno de sus aportes por su condición de judía y ex esposa del fascista Mandl, fue proporcionar información confidencial sobre los horrores de los nazis al gobierno de los Estados Unidos. Para llevar adelante esta misión empezó a trabajar en el desarrollo de nuevas tecnologías militares. Tenía la certeza que podía ser de gran ayuda par que se conocieran las atrocidades del nazismo y conjuntamente con el compositor George Antheil, idearon un sistema de comunicación secreta que lograron patentar.
Era una técnica de modulación de señales en espectro expandido, usando dos tambores perforados y sincronizados, que podían cambiar entre 88 frecuencias. Para patentarlo usó su apellido de casada que era Markey para que su labor en este campo no se hiciera conocida. Con los años se supo que su contribución fue fundamental para que en estos tiempos se pueda usar tecnología cotidianamente y que es tan útil como el Wifi.
Una historia de vida de una gran mujer que muchas veces ha quedado en el olvido.