Por Cecilia Taburet
Hacer red, entre mujeres tejer un entramado de vivencias y ayuda mutua, nos sostiene. En tiempos en los cuales los derechos adquiridos son cuestionados, puestos en jaque o suprimidos, es necesario sostenernos “fuerte” y velar por la continuidad de ellos.
Aquí es imprescindible mencionar que la información que se le da a una familia gestante tiene una intención clara: informar pero también bajar las ansiedades y brindar herramientas tangibles para afrontar el proceso de un modo humanizado, sin descuidar que no existe un parto igual a otro, que la vivencia será singular y dependerá de múltiples factores, muchos de ellos se pueden “gestar” durante el embarazo.
La identidad que se abre paso, se va transitando durante esos nueve meses y tendrá que ver con la historia personal, el deseo de hijo, las expectativas, la personalidad, el contexto y las vivencias; por lo tanto, se hace necesario identificar y visibilizar la complejidad de dicho proceso que “dará a luz” a las parentalidades, y a las corresponsabilidad y co participación afectiva. Hacer red es encuentro, es unión en la diversidad de sentires y pensamientos, es contribuir con la “otredad”, entendiendo lo diverso como inherente a los seres humanos.
Los cánones de maternidad y paternidad exigida y en soledad dejan huellas, lastiman y lejos de contribuirle a las infancias, dejan como “restos” padres hipercríticos y exigidos, sin poder “ mirar” a esos hijas/os, sin poder pesquisar sus tiempos, sus necesidades y en muchos casos, conllevando una dificultad para alojarlos y sostenerlos.
La posibilidad desde el inicio, de contar con un par, que de modo simétrico escuche atento, se intercambien saberes, dejando de lado las jerarquías, motoriza un modo más sano de educar y acompañar las infancias. Contar con una mano amiga en donde refugiarse, sentirse escuchado, alojado y no juzgado, será el comienzo de un nuevo paradigma. Imposible desconocer que estamos atravesando la era del materialismo, donde el foco está en el “tener” y no en el ser, teniendo en consideración esto será doble el esfuerzo intentando cambiar ese sentido.
El énfasis lo ubico en el hacer red, en contrapartida con la voracidad de información que muchas veces recibe una persona embarazada, convoco al ingreso de información de modo paulatino, por ejemplo, según el interés o inquietud de cada trimestre, sin apurar los tiempos o generar ansiedades por el exceso de datos en momentos inoportunos. Una paciente a la cual acompañe me comentaba que aún luego de 7 años de haber nacido su hija continúa juntándose con parejas del curso de Preparto, me relataba con detalle lo importante que han sido durante todo este tiempo posterior al nacimiento; se sienten como familia por el hecho de que atraviesan los mismos tiempos, temores y desafíos. Coincidir en un curso de preparto que es una cuestión electiva, marcará el sentirse acompañados, colaborar y hasta realizar consultas recíprocas en torno los modos de crianza y cuidados .
Esas clases que muchas veces tenían el estigma de ser aburridas, a las cuales no siempre se elige asistir porque “no hay tiempo”, serán en ocasiones un antes y un después; transitar un parto posible, adquiriendo la información correspondiente, siendo los protagonistas de todo el proceso y además contar con una red de apoyo será sustancial. En esta etapa trascendental de la vida de las personas (menciono la palabra trascendental y no “mágico” o “maravilloso”), en la que parir será un hito y una vivencia única e irrepetible, más allá de tener más de un hijo nunca será igual, un parto de otro.
En una época la medicina hegemónica planteaba una parturienta dócil pasiva que obedeciera y en la actualidad el desafío es colocar el foco en la familia como protagonistas, haciendo valer sus derechos y deseos.Sentir tranquilidad a la hora de tomar decisiones en torno a la familia será un modo de proteger la salud mental; teniendo en cuenta que ejercer los roles de madres y padres es tal vez uno de las funciones de mayor exigencias tanto intra familiar, individual como social, por lo tanto, siempre la mirada del Otro impactará y generará consecuencias.
En la era digital, la tecnología será concebida como una herramienta valiosa de consulta ,pero no suple el encuentro cara a cara, lo que la grupalidad genera como plus, y que además tiene un efecto posterior. En algunos casos se forjan amistades sólidas y duraderas en el tiempo, que sientan las bases en objetivos en común: el parto, el posparto, cuidados y preparación hacia la parentalidad. Por lo tanto, hacer red, sostenerse y apoyarse entre semejantes, con puntos que convergen y otros disímiles, pero siempre bajo el lema del respeto y validación, ya sea asistir a un curso preparto presencial, clases de yoga, reunirse con otras embarazadas, será una gratificación y un suplemento que sumará y dejará huellas significativas.
Foto portada: www educaciónbogotá.edu.co