Sigue la investigación en el caso de los diez rugbiers detenidos por tomar a golpes y asesinar a Fernando Báez Sosa, de 19 años, a la salida de un boliche de Villa Gesell. Hay dos jóvenes señalados como coautores del hecho, y los restantes ocho están implicados en el caso como partícipes necesarios.
El fiscal del caso, Diego Escoda, dijo este miércoles que “la intención de los rugbiers era matar a Fernando”, haciendo mención y poniendo sobre la mesa “la violencia” con la que golpearon a la víctima y la forma en la que actuaron.
Escoda señaló en declaraciones a radio La Red que al momento de ser detenidos, los rugbiers no estaban alcoholizados.
“Se va a realizar una pericia scopométrica, que es el cotejo entre el dibujo de la zapatilla y una impronta que hay en el rostro de la víctima para ver si coincide con el calzado», explicó el funcionario, en declaraciones formuladas a TN.
“Lo que sostiene la fiscalía, y al menos hasta ahora comparte el juzgado, es que ellos salen con la intención de dar muerte, predestinados a golpearlo hasta este resultado. Y la alevosía se da porque los golpes se dan cuando la víctima estaba de espaldas y con la superioridad numérica entendemos que actuaron sobre seguro”, declaró, a lo que agregó: «Hay una persona desvanecida que se la sigue golpeando, hay un dolo directo. Luego será un tribunal criminal quien decida”.
En las últimas horas quedó libre el imputado número 11, Pablo Ventura, quien fue apuntado por los rugbiers como el autor principal del hecho. Fue detenido y su padre había declarado que él era inocente y que ni siquiera estaba en Villa Gesell al momento del hecho. Luego de presentar pruebas, Ventura quedó en libertad el martes por la tarde.