Por Santiago Ceron
Sin lugar a dudas, la pandemia del coronavirus ha empujado al mundo a una aceleración del proceso de digitalización. La necesidad del aislamiento y el distanciamiento social ha provocado que el uso de la tecnología sea notoriamente mayor, incluyendo a niños y adolescentes. Debido a las horas de encierro, las clases virtuales y la falta de actividades por la pandemia, el contacto de los chicos con internet y las redes sociales creció exponencialmente, algo que ahora también se ve favorecido por la cantidad de tiempo libre que otorgan las vacaciones de verano.
En un contexto de un gran crecimiento del contacto de los menores con la red, la ciberseguridad se convierte en un tópico cada vez más fundamental. Grooming, ciberacoso (bullying) y retos mortales son algunas de las severas problemáticas que enfrenta la sociedad cuando se habla de niños e internet.
En este marco, CLG dialogó con Hernán Navarro, fundador y presidente de Grooming Argentina, ONG dedicada a tratar la problemática en el país y la región. El especialista habló sobre el incremento en el uso del internet por parte de niños, niñas y adolescentes, y advirtió que durante la pandemia «los casos de grooming crecieron exponencialmente».
En primer lugar, Navarro diferenció dos conceptos clave: «Hay que hacer una distinción por el desconocimiento generalizado que hay en la materia. Hay una distinción entre el grooming y el ciberacoso, ya que hablar del grooming no es hablar de ciberacoso. Al grooming lo definimos como el acoso y el abuso sexual a niños, niñas y adolescentes y se va a determinar en función del tenor que surja de cada diálogo, conversación y relación. El término de ciberacoso refiere al ciberbullying, al acoso escolar que hoy se traslada al ámbito de las identidades digitales. Son dos problemáticas totalmente distintas».
Según el código penal argentino, el grooming se define como «la acción en la que una persona, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contacte a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma».
En ese sentido, el presidente de Grooming Argentina se refirió a lo que trajo consigo la pandemia en materia de ciberseguridad: «Venimos advirtiendo desde el inicio de la primera cuarentena cómo el fenómeno y la coyuntura de pandemia ha impactado directamente en la vida digital de las comunidades, de la sociedad, desde el punto de visto de la ciberseguridad. Vemos como distintos delitos de toda índole mutaron a las plataformas digitales».
Ese fenómeno alcanza directamente a los menores: «Respecto de la actividad digital de niños, niñas y adolescentes, en función del delito de grooming, hablamos de un fenómeno que tiene que ver con la hiperconectividad. La hiperconectividad convierte a estos chicos en hipervulnerables. Hoy tenemos una tormenta perfecta: la hiperconectividad, sumada a la etapa vacacional, los chicos sin acceso a las aulas, hace que aumente la utilización de los dispositivos móviles. Además, la pandemia trajo como resultado la incorporación de niños y niñas que no tenían acceso a una cuenta en una red social o a un dispositivo».
Además, Navarro explicó que la mayor conectividad de niños y adolescentes se tradujo indefectiblemente en una mayor cantidad de delitos: «Es un factor multicausal, hay que analizarlo de una manera mucho más amplia. Por una relación aritmética y por un fenómeno aumentan los casos de grooming: chicos y chicas en mayor cantidad conectados, sin incorporar medidas de resguardo, de protección y de seguridad».
«En el contexto de pandemia, nosotros hablamos de un aumento exponencial con un crecimiento del 30% de los delitos con respecto a años anteriores. Es un fenómeno que ha crecido exponencialmente en América Latina, tenemos un grado de referencia muy importante en el territorio, vemos como las escalas han recrudecido en una curva notable», detalló.
El especialista insistió en los efectos de la pandemia en todo esto, pero también aludió al rol de los adultos: «Lamentablemente, la pandemia ha sido funcional al incremento de los hechos de grooming y vemos que esto el mundo adulto aún no lo interpreta. Veo una relación herida entre el mundo adulto y los niños, niñas y adolescentes en materia digital».
«Hay que entender a las infancias como huérfanos digitales. Sé que es un término duro, pero pensándolo desde el aspecto positivo es un llamado enorme al mundo adulto para verdaderamente involucrarse en la vida digital de nuestros hijos. Grooming Argentina no sólo viene trabajando muy fuertemente en materia de generar conciencia y trabajar en la sensibilización, sino también desde el acompañamiento a las familias en los hechos puntuales», ahondó.
Challenges mortales
En los últimos días un hecho ocurrido en Italia sacudió al mundo: una niña de 10 años murió asfixiada en la ciudad de Palermo mientras realizaba un desafío viral propuesto por la red social Tik Tok, llamado «Blackout Challenge». Este reto se suma una larga lista de desafíos a través de las redes sociales que buscan inducir autoflagelos o hasta el suicidio, y que se han cobrado una gran cantidad de víctimas, principalmente niños y adolescentes.
Al ser consultado sobre el reciente caso, el titular de Grooming Argentina expresó: «Tenemos una alianza con Tik Tok al igual que con todas las redes sociales. Tenemos relación directa, estamos construyendo guías, estamos trabajando articuladamente en mejorar los estándares de seguridad, colaborando en las situaciones que recibimos y judicializamos. La realidad es que estamos muy preocupados».
«No podemos discriminar a ciencia cierta quién origina y alienta este tipo de challenges, pero lo que interpretamos es que hay un grupo de personas que llamamos psicópatas porque gozan del dolor ajeno de niños, niñas y adolescentes. Hay un hilo conductor en estos retos que tienen que ver con el autoflagelo y la tendencia al suicidio, sobre todo en un país como Argentina donde la segunda causa de muerte es el suicidio adolescente», agregó.
En ese sentido, Navarro destacó que minutos antes de la entrevista con este medio mantuvo una reunión virtual con la empresa Tik Tok: «Fue puntualmente para hablar de este hecho y a partir de ahí construir o ver cómo vamos a reaccionar ante un hecho tan traumático y que sin dudas nos interpela para mejorar y repensar las estrategias desde el punto de vista de la prevención».
¿Cuál es el camino a seguir?
Al hablar con un especialista en grooming la pregunta sobre qué deben hacer los padres para dar mayor protección es casi inevitable, pero Navarro llama a tomar acciones de mayores dimensiones: «Está muy de moda la palabra virtual, tenemos que corregir este término dado que la significancia de lo virtual arroja algo de existencia aparente, esto alimenta la idea de que lo que pasa en internet queda en internet, y esto es falso. Nosotros hablamos de un ecosistema digital porque lo que sucede en el internet causa y genera un impacto real en la vida de las personas, no puede haber una disociación».
«Nunca voy a contestar con un tip o una recomendación porque le estaría dando un paliativo a la sociedad, y esto no se resuelve con un tip para un padre. Estamos en un momento histórico para revertir el cambio de paradigma que vino a traer la tecnología a nuestras vidas. En eso tenemos que colaborar todos, en pensar y construir de forma responsable una ciudadanía digital. Hoy me preocupa de sobremanera ver cómo los chicos están creciendo solos, sin un adulto responsable que los pueda acompañar y guiar en determinadas situaciones. Hoy más que nunca la tecnología nos debe interpelar desde un punto de vista de construcción», aseveró.
En ese sentido, Navarro hizo un reclamo: «Por todo esto creemos que la educación digital tiene que ser una materia en las escuelas argentinas, es insostenible que en el siglo XXI la educación digital no sea prioridad en la comunidad educativa».