La larga fila formada por miles de personas que acuden a la basílica de San Pedro para dar el último adiós al papa Francisco superó la medianoche de este jueves en Roma, en el primer día, de tres, de exposición del féretro antes del funeral del sábado.
Las personas que aguardaron pacientemente a entrar al templo en la Plaza de San Pedro ya pasada la medianoche en Roma se contaron todavía por miles, todo envuelto en un severo protocolo de seguridad y controlado por la Policía y la Protección Civil.
Francisco, fallecido el lunes con 88 años a causa de un ictus y colapso cardiovascular, tras más de dos meses con serios problemas respiratorios, yace dentro de un féretro de madera a los pies del baldaquino de Bernini.
El Vaticano ha organizado tres días para permitir que los fieles puedan darle el último adiós en el templo: miércoles y el jueves hasta la medianoche pero el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha adelantado que están «preparados» para dejar la basílica abierta más allá de esa hora.
La capilla ardiente terminará previsiblemente el viernes a las 19:00 horas locales para después proceder al cierre del féretro.
El sábado, tras el funeral, su cuerpo será llevado a la basílica romana de Santa María La Mayor para ser enterrado en una capilla, tal y como el pontífice argentino dispuso en vida por ser muy devoto de la Virgen
«El gran silencio me acercó a él», dijo a AFP sor Caterina, después de verlo. «Tuve esa emoción de sentir que tenemos al papa en el cielo rezando por nosotros», agregó esta monja residenciada en Suiza.
«Queríamos decir gracias al más humilde de los papas», señaló Francisca Antunes, estudiante de medicina portuguesa de 21 años tras abandonar la basílica con una amiga. «Se sintió muy bien estar ahí».
Los tradicionales nueve días de duelo en el Vaticano tras la muerte de un pontífice -los Novendiales- comenzarán el sábado, informó la Santa Sede tras una nueva reunión de cardenales, que aún no anunciaron la fecha del próximo cónclave.