La artista argentina Josefina Robirosa, con una extensa trayectoria en la escena local, y quien formó parte en los años 50 del grupo llamado Siete pintores abstractos, murió ayer a los 89 años, confirmó en redes sociales su nieta, la también artista María Torcello.
«Hoy comparto con todos ustedes que mi abuela API, Josefina Robirosa, dejó este mundo físico. Una vida que dejó huellas en tantos corazones, a través de su pintura, a través de su ser y sus sentires, su amor», escribió la joven artista en una publicación en Instagram que inmediatamente se llenó de sentidos comentarios.
Junto a una foto que muestra a Robirosa de joven, su nieta agregó: «Ella fue mi abuela, mi maestra, mi cómplice, mi todo. Estarás siempre en mi!!! Por fin ya en PAZ deseo de todo corazón que vuelves muy alto y encuentres la liberación que te mereces!!!! Gratitud y amor infinito es lo que siento», dijo Torcello sobre su abuela que padecía Alzheimer.
En pocos días, Robirosa iba a cumplir 90 años. Nacida en Buenos Aires el 26 de mayo de 1932 en el seno de una familia aristocrática, creció en San Isidro y estudió pintura con Héctor Basaldúa y Elisabeth von Rendell.
La pintora de eterna sonrisa, altísima y flaca como una figura de Modigliani, trató de desprenderse de a poco de esa implícita etiqueta de niña bien que traía de la cuna: era nieta de Alvear por parte de su madre, fue criada en el palacio Sans Souci de San Fernando, entre institutrices que hablaban en inglés.
Desde sus inicios en la pintura, supo destacarse por su creatividad en el mundo del arte, espacio en el que habitualmente no abundaban las artistas mujeres. Es así que empezó su carrera como pintora abstracta y luego, manteniendo esa línea, se fue volcando hacia las imágenes de la naturaleza.
Su primera exhibición individual fue en la Galería Bonino de Buenos Aires en 1956: Robirosa tenía entonces poco más de 20 años y un joven crítico del diario El Mundo señaló que una de las pinturas de esta novel artista le recordaba a Paul Klee en el trazado de líneas horizontales cuyas variantes de color sugerían otras formas. El periodista de entonces era un futuro pintor, Luis Felipe Noé, apenas un año menor que ella.