Por Georgina Buscaglia

Este invierno, ¡secate el pelo sin culpa! Por qué el secador no es el enemigo


Por Georgina Buscaglia – especialista en color y cuidado del cabello
@exhalapeluqueria

 

Con la llegada del invierno, muchas optamos por evitar el secador de pelo pensando que lo daña. La escena se repite: salimos de la ducha, enrollamos el cabello en una toalla, lo dejamos húmedo por horas o —peor— nos vamos a dormir con el pelo mojado. Todo en nombre del “cuidado”. Pero ¿y si te dijéramos que secarte el pelo no solo no es dañino, sino que puede ser la opción más saludable en esta temporada?

El mito del secador

El secador de pelo ha sido injustamente señalado como el gran villano de la salud capilar. Pero el problema no es el secador en sí, sino cómo se usa. Si tenés una herramienta con potencia adecuada y regulación de temperatura, podés lograr un secado seguro y efectivo, sin castigar ni la fibra capilar ni el cuero cabelludo.

Lo más importante es:
• Regular la temperatura (evitá el calor extremo).
• Usarlo a unos 20 cm de distancia.
• No dejarlo fijo en una misma zona. El movimiento es clave: tanto del secador como del cabello.
• Secar con las manos, sin cepillos ni tensiones innecesarias, especialmente si el pelo está mojado y más vulnerable.

A lo que sí deberías temerle: la humedad constante. Eso sí que daña!

Hay prácticas que parecen inofensivas, pero son mucho más agresivas para tu pelo que un buen secado:
• Dejar una máscara puesta por más de 30 minutos en un cabello mojado no mejora sus resultados. Al contrario: mantener la fibra y el cuero cabelludo expuestos a la humedad prolongada puede generar debilitamiento, irritación e incluso proliferación de hongos.
• Hacerse peinados con el pelo mojado, como rodetes o trenzas, y dejarlo así por horas puede marcar, partir y estresar la fibra.
• Dormir con el pelo mojado es una de las prácticas más nocivas: la fibra se hincha de agua, la humedad se concentra entre el cuero cabelludo y la almohada, y el ambiente cálido favorece la proliferación de bacterias.

Entonces, ¿qué hacemos este invierno?

Secá tu pelo! Sí, leíste bien. Secar el cabello con una herramienta adecuada, a temperatura controlada y con buena técnica, es mucho mejor que dejarlo húmedo por horas. En verano, el secado natural puede funcionar gracias al calor ambiental. Pero en invierno, donde la humedad se instala, el secado se vuelve una herramienta de salud capilar.

Además, podés aprovechar el momento del secado como un pequeño ritual: una pausa, un mimo, un cuidado consciente.