El secretario de Salud y Servicios Humanos estadounidenses, Alex Azar, anunció este viernes que declara la emergencia pública en Estados Unidos, debido a la propagación del coronavirus 2019-nCoV.
«Tras la decisión de la OMS de declarar el nuevo coronavirus de 2019 como emergencia de salud pública de preocupación internacional, hoy he declarado que el coronavirus supone una emergencia de salud pública en EE.UU.», señaló Azar ante los periodistas en la Casa Blanca.
Una hora antes de ello, las autoridades sanitarias establecieron una cuarentena obligatoria de 14 días para 195 estadounidenses que el miércoles fueron evacuados de la ciudad china de Wuhan, epicentro del brote de coronavirus.
Este grupo de personas, muchos de ellos diplomáticos y sus familias, se mantendrá en la Base Aérea March Air en Riverside, California, durante ese periodo de tiempo para confirmar que no se hayan contagiado con el virus «2019-nCoV», que en China ya afectó a casi 10.000 personas y causó la muerte de otras 213.
Los estadounidense aterrizaron el miércoles en una nave fletada por el Departamento de Estado y fueron revisados y evaluados por personal médico en «cada paso del camino, incluso antes del despegue», informó EFE.
El grupo se mantuvo en la base militar y desde ese día son clínicamente vigilados de manera permanente con pruebas de laboratorio, controles de temperatura y observación de síntomas respiratorios por funcionarios federales.
Este viernes, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en uso de atribuciones dadas por ley federal, impuso al grupo la cuarentena obligatoria, en lo que es una medida inusual tomada por esta agencia federal.
«Si bien reconocemos que esta es una acción sin precedentes, enfrentamos una amenaza de salud pública sin precedentes», dijo hoy Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC durante una teleconferencia.
Según la funcionaria de salud, esta cuarentena representa la primera orden federal de este tipo en 50 años.
La gravedad de la situación en China «sugiere una mortalidad significativa asociada con esta enfermedad,» dijo Messonnier, quien reconoció que Estados Unidos toma medidas «como si fuera la próxima pandemia», aunque expresó que no es el caso.