Historias de vida

Emma de la Barra: el talento de una escritora rosarina bajo el seudónimo de César Duayen

Presa de una sociedad que excluía a todo lo que no respondía a lo netamente masculino, esta rosarina se refugia en el nombre de un hombre y escribe “Stella”, que podría denominarase el primer bestseller de la narrativa argentina.

Para esa época, que un libro superara en tiempo record la venta de nueve mil ejemplares era algo extraordinario. Una sociedad aristocrática donde las damas no tenían  posibilidad de participación iba cambiando y así muchas mujeres comenzarían a desarrollarse ganando terreno para romper una cultura machista.

Emma de la Barra nace en Rosario en el año 1861, el país estaba presidido por Nicolás Avellaneda, y en su hogar los libros ocupaban un lugar preponderante, su padre era periodista, político y senador por la provincia de Santa Fe. En su casa siempre había reuniones sociales y concurrían hombres de una nutrida formación intelectual. Ella, desde los cuatro años, se destacaba por ser una excelente narradora. Se radica con la familia en Buenos Aires en el año 1874 y su mamá la manda a estudiar canto, pero por más que lo hacía bien ese no era su destino. Su padre, cuando era aún una niña, decide casarla con su tío Juan de la Barra, poseedor de una gran fortuna, que la doblaba en edad. Por esos tiempos Emma ya había comenzado a escribir su diario. Crea la Sociedad Musical Santa Cecilia para que jóvenes con talento puedan desarrollarlo y hacer lo que ella no podía y además junto a Elisa Juárez Celman, a quien la unía un parentesco y que era esposa del presidente de la Nación, funda la primera Escuela Profesional para Mujeres y la Cruz Roja. Así pasan sus años de matrimonio y no logra tener hijos, para cuando su esposo muere ya es una señora madura y pasa a ser una viuda con mucho dinero. Para sorpresa de muchos comienza a develar su verdadera personalidad y decide invertir parte de su fortuna en la creación de un barrio obrero de mil casas en la localidad de Tolosa, cercana a la ciudad de La Plata. Su proyecto era muy ambicioso ya que incluía escuela, biblioteca, Iglesia, teatro y un campo de deportes. Fracasó en su emprendimiento y regresó con sus padres que la tildaron de enferma mental. Pero en el año 1905, aparece su obra “Stella” que tuvo que presentar bajo el seudónimo de César Duayen y logró que en muy poco tiempo todos estuvieran hablando de la obra ya que la edición de mil ejemplares se agotó en tres días y que los lectores se comenzaran a preguntar quién era Duayen al punto tal de  convocarlo para entregarle un premio y así descubrir su identidad. Muchos pensaron que el autor era Julio Llanos, segundo marido de Emma, ya que había tramitado la edición, pero finalmente Manuel Láinez que era director de un periódico y además diputado y senador da por terminado el misterio cuando revela que la autora era Emma de la Barra. De ahí en más se agotan nueve ediciones de mil ejemplares cada una, algo impensado en la literatura argentina. Las páginas de La Nación hablan sobre el  éxito de “Stella”. Se traduce al francés y al italiano, Edmundo de Amicis opina que: “es una novela genuinamente argentina, una pintura de caracteres y de costumbres de aquel pueblo adolescente…pero no se trata de una pintura aduladora. No sé de ningún escritor argentino que haya dicho nunca tan abiertamente a su país tal número de verdades, tan duras de oír como útiles y dignas de meditar”.

En su obra Emma hace una crítica a la sociedad aristocrática de los comienzos del siglo XX. Si bien se refleja una historia de amor el argumento muestra que es mucho más que eso ya que habla de la rebeldía de una mujer y pone al descubierto ciertas costumbres de la alta sociedad a la que ella conocía muy bien. Con sus letras le propina una bofetada a toda la clase alta y en una parte, para poner de manifiesto el error de pensamiento imperante en la época termina diciendo “A Stella no le han enseñado a pensar”, mostrando a la mujer pisoteada cual una alfombra, sin derechos a expresarse. El 5 de abril del año 1947, fallece a los 86 años, antes de partir logra ver con orgullo como sus obras eran apreciadas al punto tal de ser llevadas al cine.

Después del éxito de su primer novela escribe al año siguiente, en 1906,“Mecha Iturbe”. En el año 1908 publica “El Manantial”. En 1917 se conoce “Cartas materiales”. En 1933 aparece “Eleonora” y en 1943 “La dicha de Malena”.

Stella, llevada al cine: En el año 1944 su primer novela fue llevada al cine bajo la dirección de Benito Perojo con el guión de Ulises Petit de Murat y la actuación Zully Moreno en el rol protagónico.

 Zully Moreno la intérprete de Stella