La artista Ela Minus, referencia colombiana del tecno-pop, llegará este jueves por primera vez a la Argentina para presentarse a las 22 horas sobre el escenario de Crobar, en el porteño Paseo La Infanta.
Minutos antes de subirse al escenario en Santiago de Chile, la artista colombiana dialogó con Télam acerca de su actualidad como una de las revelaciones del techno-pop a nivel mundial -este año estará en festivales como Coachella y Primavera Sound- y se reveló como una artista que tiene como misión en estos tiempos aportar “luminosidad” frente a estos “tiempos oscuros que seguimos atravesando”.
“Para mí se trata de, así sea por una hora que es lo que dura un concierto, dar un poco de luz, paz y fe a las personas que dejaron de creer y decirles que hay razones para seguir adelante. Es para mí ese el significado de la vida, así que volver a salir de gira y poder verles las caras a todos, sonreír, bailar e iluminarnos mutuamente con ellos, es literalmente la razón de existir para mí”, señaló.
La joven colombiana, quien viene de acompañar al productor y músico canadiense Caribou en su gira por Estados Unidos y Canadá, confirmó su participación en Coachella 2022, Primavera Sound, Estéreo Picnic, entre otros festivales, aunque para ella siempre se trata de brindar “un momento especial que los haga querer vivir más, amar la vida y estar agradecidos de estar vivos, estar respirando y de estar escuchando música con sus amigos”.
“Yo soy igual de feliz cuando toco para cinco personas en un club de Bogotá, aunque soy consciente de que son escenarios súper importantes y quiero hacer el mejor trabajo posible por mí, mi país, mi continente y por todas las mujeres”, sostuvo Minus, quien hace una salvedad a la hora de hablar de su colega canadiense: “Soy muy fan de Caribou. Es una de mis mayores influencias, y esa gira me cambió la vida”.
Para ella, da igual haber nacido en una de las capitales del reggaetón, porque nunca le interesó ser parte del mainstream, más bien lo contrario: “Siento que no es muy distinto haber hecho hardcore a los quince años y estar haciendo música electrónica ahorita. Respeto muchísimo el mainstream, la comercialización de la música y el pop popular y masivo, pero no me interesa en lo más mínimo”.
En el 2019, hizo su ingreso oficial a Domino Records, uno de los sellos más importantes de Gran Bretaña que tiene en su plantel a artistas como Arctic Monkeys, Hot Chip y Bob Moses, siendo la “segunda” artista latina en ser fichada por esa disquera: “Aunque sí soy la primera en haber sacado un disco entero, pero también Juana Molina, de quien soy muy fan, editó algunos discos con ellos”.
“Espero ser la segunda de muchísimos más. Lo más importante de haber sido latina y haber estado ahí es que ojalá sirva para abrir un camino a muchas otras que vengan detrás. De algún modo cambió todo haber firmado, pero de otra manera no cambió absolutamente nada. Jamás había soñado con estar en una disquera, pero la manera en que se dio fue muy natural, y hoy se siente como que simplemente creció mi familia”, aseguró.
Según Minus, aquél movimiento hizo que “irónicamente” en Latinoamérica y en Colombia “ponga más atención en su música”, además de conseguir aprobación en otros destinos musicales en Europa y Estados Unidos, a donde ha llegado más de una vez con su tecno-pop hipnótico y envolvente que construyen su voz y su set de sintetizadores, a los que les grabó la leyenda “Bright Music, Dark Times” (‘Música brillante, tiempos oscuros’).
“La libertad más grande que me han dado los sintetizadores es literalmente la libertad de poder hacer música sola y no depender de absolutamente nada ni nadie para poder hacerla y salir al mundo a tocarla. Puedo crear lo que quiero crear, desde la libertad de que cualquier cosa que yo me imagine la puedo hacer realidad con un sintetizador. Creo que no existe más libertad que esa”, reflexionó.
Fueron “llegando de a poco” a su vida hasta volverse “amor a primera escucha”, primero a través de algunas influencias directas como Radiohead y Yeah Yeah Yeahs, donde aparecían sonidos sintetizados en algunas canciones, y luego durante su estadía en Nueva York, a donde se instaló para estudiar en la Escuela Berklee College of Music, y empezó a estar “más expuesta a los clubes y a la música electrónica”.